
Sin tren y con unas líneas de autobús a Madrid habitualmente saturadas por los usuarios que las emplean para trasladarse al parque temático, el corte de la carretera M-301 a mediados de octubre no ha hecho más que contribuir a que los vecinos definan a la localidad como “una ratonera”.
El transporte público lleva siendo el punto más vulnerable de San Martín de la Vega desde que, en 2012, el municipio tuviese que decir adiós a la estación de Cercanías, inaugurada una década antes para conectar Pinto con el Parque Warner. Sin tren y con unas líneas de autobús a Madrid habitualmente saturadas por los usuarios que las emplean para trasladarse al parque temático, el corte de la carretera M-301 a mediados de octubre no ha hecho más que contribuir a que los vecinos definan a la localidad como “una ratonera”.
La esperanza del Ayuntamiento, sin competencias en el asunto, está puesta en que la Comunidad de Madrid apueste de forma definitiva por recuperar la línea ferroviaria, se comprometa a mejorar la frecuencia de los buses en las horas punta y agilice las obras que ya se han puesto en marcha en la calzada cerrada al tráfico, vía de escape de un gran número de conductores que hasta su corte la tomaban a diario para evitar el tráfico de la A-4 en sus trayectos a sus puestos de trabajo en la capital.
Devolver a la vida una estación fantasma
Observando de cerca el estado actual de la estación de tren de San Martín de la Vega cuesta imaginar que un día sirviese de cobijo a los viajeros que esperaban la llegada del Cercanías tras un día de emociones en el Parque Warner, o a aquellos que se apeaban en la localidad provenientes de sus centros de estudio y trabajo en la capital. Poco queda del apeadero en el que un centenar de vecinos se despidió, el 3 de abril de 2012, del convoy que puso fin a la línea C-3a diez años después de su inauguración.
Once años después de este adiós, la instalación fantasma ha vuelto a copar los titulares de los medios de comunicación con el compromiso de la Comunidad de Madrid de restaurarla y de estudiar las posibilidades de recuperar el servicio. La iniciativa no surgió de la nada. El Ejecutivo regional tomó esta decisión respondiendo a la orden de ejecución emitida por el Ayuntamiento de San Martín de la Vega a principios del mes de septiembre, en la que solicitaba el cerramiento de la parcela, la demolición de los elementos en peligro de desprendimiento y la limpieza completa del edificio y de su aparcamiento.
“No sólo cerraron el servicio, sino que lo desmantelaron. No existe posibilidad alguna de que se sopese su reapertura sin acarrear una gran inversión”, indica el concejal de Seguridad, Obras, Infraestructuras y Servicios al Municipio, Sergio Neira, haciendo hincapié en que si se va a apostar ahora por rehabilitar la estación es por la insistencia municipal, no porque haya habido algún tipo de interés regional en traer de vuelta la línea ferroviaria.
Es precisamente este detalle y la voluntad expresada por el consejero de Transportes, Jorge Rodrigo, de ceder la infraestructura al Gobierno central para que emprenda las actuaciones que sean necesarias en el caso de que se opte por su restablecimiento, lo que hace que las esperanzas de que el Cercanías regrese a San Martín sean bajas, al menos a corto plazo. “Le está pasando la patata caliente. La Comunidad de Madrid no puede pretender que el Ministerio se haga cargo de unos kilómetros de línea que se hicieron por capricho, al igual que los que unen Móstoles y Navalcarnero, sólo porque ha visto que no son rentables”, defiende el alcalde, Rafael Martínez. “Creemos que se tiene que hacer cargo de lo que quitó: catenarias, semáforos, cableado… Y ya después será el Estado el responsable de poner los trenes y del mantenimiento”.
Su puesta en funcionamiento en el año 2002 supuso una inversión de más de 85 millones de euros. El municipio aportó 18 millones que trató de recuperar, sin éxito, con el cierre de la C-3a. “Los recurrimos, pero perdimos el juicio. El argumento que nos dio el juez en ese momento fue que la línea ferroviaria se construyó y estuvo en servicio diez años, por lo que el convenio se había cumplido”, explica Martínez, que en ese entonces acababa de ser elegido secretario general del PSOE en San Martín.
El argumento que la Comunidad de Madrid empleó para acabar con el Cercanías fue que sólo contaba con 183 pasajeros diarios. “No dudamos de la veracidad de la cifra, porque a última hora tenían tan maltratado el servicio que ni siquiera coincidían los horarios con el tren al llegar a Pinto o con los buses. Pero la historia era otra cuando todo funcionaba normal y venían los vagones llenos para ir a la Warner”, señalan los concejales, reprobando al Gobierno regional por no haber aportado nunca un informe o un registro de los viajeros para apoyar sus datos.
La solución para cumplir con el itinerario que realizaba el Cercanías fue crear la línea interurbana 413, una lanzadera que conecta Pinto con la Warner, pasando por San Martín, y que sigue en funcionamiento en la actualidad. Eso sí, no sin problemas ni quejas.
No poder subirse al bus
San Martín cuenta a día de hoy con cinco líneas interurbanas y un servicio de buses nocturno, el N-403. La más utilizada, que es también la que más frecuencia tiene, es la 412, que conecta el municipio con Villaverde Bajo. El segundo y tercer escalón del podio lo ocupan la 413 a Pinto y la 416 a Valdemoro, empleada sobre todo por aquellos vecinos que recurren al transporte público para acudir al Hospital Infanta Elena.
“Son las líneas más necesarias y todas tienen problemas. No pasa un día sin que me llegue una queja de un vecino que no ha podido subirse al autobús porque iba lleno, o porque ha tenido que hacer de pie el trayecto”, comenta el alcalde, apoyando sus palabras con un vídeo enviado por una vecina que se quedó tirada en Villaverde Bajo por la cola de personas que había esperando al bus el martes 14 de noviembre. “Pasa por el cuartel de la Guardia Civil de Pinto, pero cuando va lleno no para. Imagina también la desesperación de quien lleva allí unos minutos esperando y ve cómo el bus se marcha”.
Esta situación empeora en las temporadas altas del Parque Warner. No hay verano sin carta del Ayuntamiento al director general del Consorcio de Transportes de la Comunidad de Madrid reclamando el refuerzo de las líneas 412 y 413 y la creación de un servicio especial de autobús que una la capital con el parque de atracciones. “La trampa que usan para justificar que el transporte público está bien es emplear la media diaria. Sabemos que un bus puede ir prácticamente vacío a las cinco de la tarde, por eso sólo pedimos que aumenten los viajes en las horas punta”, coinciden los concejales, que no disponen de los datos de uso del servicio, pese a haberlos solicitado en más de una ocasión.
Desde su posición en el Ayuntamiento piden a los vecinos que pasen a la acción y pongan hojas de reclamaciones: “Suelen protestar en redes sociales, o nos lo comunican a nosotros como entidad más cercana. Pero de poco sirve esto si luego nos reunimos con el Gobierno autonómico y nuestras peticiones se caen porque sólo nos sacan tres quejas”.
La cara de la moneda es que tanto en este asunto como en el del Cercanías los intereses municipales parecen ir de la mano de las exigencias de las empresas privadas. La Veloz, compañía adjudicataria de las líneas interurbanas de autobús de San Martín de la Vega, también ha elevado a la Comunidad de Madrid las deficiencias que, a su juicio, sufre el servicio, y el Parque Warner se ha alineado con el Consistorio en su lucha por recuperar el tren a fin de que se reduzcan las colas de vehículos privados que se forman en los accesos al recinto.
Los atascos que se generan, especialmente en épocas con una gran afluencia de usuarios, no sólo generan el tedio de los visitantes deseosos de llegar al parque temático, sino que también impiden que los dos autobuses que siguen esa ruta cumplan con los horarios. Por si fuera poco, desde que la carretera M-301 fuese cortada al tráfico por el hundimiento del puente sobre el arroyo Culebro, la línea 415 no para en la Marañosa y es la 412 la que tiene que subir al poblado, pasando por sus paradas habituales con entre diez y quince minutos de retraso. “Lo llaman servicio especial, pero al final es el mismo bus que amplía su recorrido, con lo que eso conlleva”, señala el alcalde, que ha sufrido en sus propias carnes las consecuencias del cierre de la vía de conexión con la capital. “Ahora tardo una hora más en llegar a la Asamblea”.
Carretera cortada
La M-301 permanece cortada desde que las lluvias que acompañaron a la borrasca Aline, el jueves 19 de octubre, causaron el hundimiento definitivo del tramo que atraviesa el arroyo Culebro. Considerada como una de las opciones favoritas para conductores que, como el propio Martínez, quieren esquivar los principales puntos de atasco en sus desplazamientos a Madrid, su inhabilitación ha hecho que tengan que recurrir a coger la A-3 o la A-4 desde la M-506, asumiendo la mayor inversión de tiempo que este gesto acarrea.
Las obras para poner solución a los pesares de los vecinos y de los ciclistas que utilizan habitualmente el carril que discurre por el borde de la calzada ya están en marcha. Valoradas en dos millones de euros, se adjudicaron por la vía de emergencia y, aunque en un primer momento se anunció que tardarían “al menos cinco meses”, parece que el plazo definitivo será menor. “Tienen que construir unos pilotes bastantes hondos porque el terreno es muy farragoso y se va a pasar de un puente de cinco metros a uno de diez o doce metros. Es una tarea compleja que quieren hacer bien para que dure”, concreta el concejal de Obras.
La actuación que se está llevando a cabo se ha vuelto imprescindible, pero como ocurre en más ocasiones de las deseadas, se podía haber emprendido con anterioridad. La zona ya se encontraba en obras porque estaba algo hundida y el discurrir de los vehículos por el carril que se habilitó de forma provisional, combinado con el fuerte temporal, no hizo más que empeorar los destrozos existentes. “Yo mismo pasé esa misma tarde por ahí”, confiesa el regidor, quien desea como un vecino más que los trabajos avancen para que sus trayectos a la Asamblea de Madrid vuelvan a ser de 25 minutos y no de hora y media.
El altavoz en la Asamblea de Madrid
Desde que se anunciase que el Partido Socialista contaba con él en su candidatura a la Comunidad de Madrid, Rafael Martínez vendió su presencia en la Asamblea como una oportunidad para dar voz a los sanmartineros en el parlamento autonómico. El 13 de junio ocupó por primera vez su silla como diputado, desde la que el viernes 3 de noviembre preguntó al Gobierno autonómico por el incierto futuro de la línea de Cercanías. “También me quejé en la Comisión de Transportes por los atascos en la M-506 y, el estar allí, hace posible que en cualquier momento me pueda cruzar por los pasillos con el consejero con el que antes me era imposible hablar en meses como alcalde”.
¿El resultado de esta mayor cercanía? Lograr compromisos con la esperanza de que se materialicen. Uno de los más esperados y cercanos en el tiempo es la posible mejora en el servicio de autobuses en el nuevo mapa de transporte interurbano de viajeros que el Consorcio Regional de Transportes de la Comunidad de Madrid (CRTM) se encuentra elaborando para poder licitar en 2024 todas las concesiones del servicio.
Las principales propuestas del Ayuntamiento de San Martín son: la creación de una lanzadera que conecte el municipio con Ciempozuelos, que sustituiría a la infrautilizada línea 410 a Aranjuez; el incremento de las expediciones de la 412, y la sustitución de los actuales autobuses por las deficiencias denunciadas por los usuarios. Atrás queda la petición de volver a llegar a Legazpi, como los buses procedentes de Pinto, Valdemoro o Ciempozuelos, por las cada vez menos facilidades que el Ayuntamiento de Madrid da a la entrada de interurbanos en la capital.
“Esperamos que nos lo presenten a finales de año. Abarca toda la Comunidad de Madrid, por lo que es normal que lleve tiempo. Los vecinos de San Martín siempre nos hemos trasladado a la capital a través de la A-4 y ahora están estudiando la posibilidad de hacer conexiones por la A-3”, comenta Martínez, dispuesto a luchar “sin importar las siglas” por acabar con los puntos débiles de un municipio que, con el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en marcha, está a las puertas de cruzar la barrera de los 20.000 habitantes.
Familia honrrada | Jueves, 30 de Noviembre de 2023 a las 15:30:35 horas
Sr Alcalde, hay que recordarle que competencia de Renfe es su compañero de partido el señor super Óscar fuentes el que tiene competencia? Se nota que usted sigue los mismos pasos que su jefe ,la mentira y demagogia.
Ha probar de su propia medicina.
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