Valdemoro 1, Oviedo 0

Manda la tradición marinera que cuando un tripulante cruza por primera vez la línea del ecuador reciba un bautismo de agua marina como tributo al dios Neptuno, protector de navegantes y pescadores, pero con una mala leche terrible si se le provoca.

Como los marinos, el Gobierno local de Valdemoro, ha atravesado el ecuador de la legislatura y corresponde hacer balance, rendir cuentas a los vecinos, identificar áreas de mejora y hacer frente a los retos que entraña la última etapa de la gestión del Partido Popular y Vox.

Me atrevo a decir que la nota que han sacado nuestros ediles supera el ‘bien alto’. Se ha roto la inercia decadente en que se encontraba la villa tras la nefasta etapa de Ciudadanos ¿Es pertinente recordar que hace dos años estaba en peligro la apertura de la piscina de verano por la falta de previsión de los naranjas? El centro Juan Pablo II estaba al borde del cierre, la Agrupación de Protección Civil a punto de desaparecer y otros servicios municipales funcionaban sin contrato y acumulaban serias deudas que ponían en peligro su viabilidad.

Todo ello se resolvió en tiempo récord y tras dos años de navegación en un barco desarbolado que amenazaba con irse a pique en cualquier momento, parece que las cuentas se han saneado, se ha eliminado la asfixiante deuda que dejaron unos políticos corruptos, sentados ya en el banquillo, y se han aprobado unos presupuestos municipales que permitirán que la singladura alcance nuevos horizontes.

El hecho de que en Valdemoro tengamos un “gobierno de coalición” ha sido determinante para la implementación de ciertas políticas, no del gusto de todos, aunque sin duda la influencia de Vox en el día a día se ha dejado sentir más allá de lo que se nota a simple vista y ha impreso en el Gobierno local unos matices singulares que nos han distinguido de otros municipios en asuntos como la seguridad ciudadana y la lucha contra la ocupación ilegal que desafiaban la tranquilidad y la convivencia en las calles.

Ahora toca asir con firmeza el timón y hacer frente a los importantes desafíos para que el capitán Conde y su tripulación nos lleven a buen puerto. Sin duda habrá que contar con otras administraciones, pero la buena sintonía entre el alcalde y la presidenta regional puede augurar un viento favorable.

La restauración de las instalaciones deportivas, la movilidad urbana, la recuperación de la sanidad pública o la limpieza viaria son algunas de las demandas que más se repiten entre los vecinos ¿Sabrá estar la marinería a la altura?

Al menos, dicen las malas lenguas, con el “tasazo” que se nos viene encima en forma de impuesto de basuras estaremos en condiciones de desbancar a Oviedo de su posición como ‘ciudad más limpia de España’. Con lo que vamos a pagar a partir del 20 de junio dará para tener unas calles tan impolutas y prístinas como para comer sopa en las aceras.

Tenga en cuenta, oh capitán mi capitán, que el más pequeño arrecife puede provocar una vía de agua que haga naufragar el navío y hundir todo lo conseguido hasta la fecha. Toca izar las velas, ajustar las jarcias y soltar el ancla. Toca seguir un rumbo con limpieza, transparencia y escuchando atentamente al pasaje.