Valdemoro, sex appeal
Decimos que una contracción descontrolada y violenta de los músculos es una convulsión y como “tiempos convulsos” se ha definido el momento político que vivimos: acuerdos de investidura ‘contra natura’, intervención del poder judicial, amnistías y exigencias de referéndum que desgajarían este sugestivo proyecto de vida en común que llamamos España; protestas, manifestaciones y algaradas que han despertado zombis que ya creíamos enterrados en el tacho de la historia… Definitivamente, cerramos el año con crispación y parece que el que entra no va a ser muy distinto.
Resulta dificilísimo no referirse a la situación de nuestro país agazapándose en lo local, dado que hay decisiones que nos afectan a todos incluso en el ámbito más pequeño de ciudadanía. Ecos de Rousseau: “la nación somos nosotros”. El caso es que tenemos un Congreso de los Diputados constituido en asamblea de pirómanos y sus fogonazos nos alcanzan sin remedio.
Desde este pequeño rincón, en mitad de la tormenta, hay señales que nos permiten intuir que algo irá a mejor. Algo es algo. No se puede negar que la actividad del actual equipo de gobierno municipal es frenética y está impregnando de vitalidad las calles y plazas de nuestra ciudad. Es cierto que “no se ganó Zamora en una hora”, pero el contraste con la holgazanería de los innombrables naranjitos es palpable y es de suponer que pronto empezaremos a ver resultados.
Sobre la mesa, en la carpeta de asuntos pendientes, hay temas que deben resolverse sin demora como la restauración de las instalaciones del CEIP Leonor del Álamo y otros que, dependiendo de la interacción de varias administraciones como el déficit de autobuses, la escasez de personal en los centros de salud, la ausencia de médico en el PAC y un larguísimo etcétera no pueden meterse en un cajón.
Valdemoro sigue creciendo a un ritmo desacompasado: muchas viviendas, nuevos habitantes y pocos servicios no sólo para los que vienen sino para los que ya estamos. Por no hablar de las amenazas que suponen la ampliación del vertedero de Pinto o la nueva ubicación de la EDAR junto al parque de Las Bolitas. Por eso es aconsejable dejar los espacios de crispación en su ámbito y aprovechar las oportunidades que nos brinda el hecho de que el color político de la comunidad autónoma y el del Ayuntamiento coinciden.
Se puede divagar sobre las enormes posibilidades que ofrece Valdemoro, pero en mi humilde opinión corresponde hablar de nuestro sex appeal. Somos una ciudad que puede enamorar y seducir y hay que saber desplegar nuestros encantos para atraer las inversiones públicas y privadas que tanta falta nos hacen. Sin duda el deporte es una de esas potencialidades que podemos exhibir; el talento de nuestros jóvenes estudiantes, la innovación de los emprendedores, la cultura y la gastronomía o el entorno natural son inputs que cuentan en nuestro favor y que con cariño y dedicación pueden hacernos despertar de la siesta de los pasados años de molicie.
Ya es hora de dejar que se hable de Valdemoro como la olvidada ciudad del sur y empezar a ser esa población de la que nos sintamos orgullosos. Creedlo: Valdemoro ilusiona.
Y antes del punto final y, como corresponde al mes de diciembre, permitidme desearos un feliz día de la Constitución, unas felices fiestas y un año 2024 de paz y concordia ¡Feliz Navidad!
Steve | Martes, 12 de Diciembre de 2023 a las 15:22:19 horas
VALDEMORO/ El 96
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