Caos y demoras en el primer día laborable con cortes en la línea C-3: “Esto promete”

“Disculpen las mejoras”. Este es el mensaje que ha dado la bienvenida hoy a su llegada a Atocha a los usuarios de Cercanías que, como cada mañana, se acercaban a la estación a coger el tren para llegar a su puesto de trabajo o centro de estudios. El que ha sido el primer día laborable con cortes en las líneas C-3 y C-4, por el inicio de las obras en Chamartín, ha merecido más que unas simples disculpas porque, en palabras de los viajeros, todo ha sido “un completo caos”, “con largos tiempos de espera”, que no ha hecho más que mostrar “el desastre de gestión y planificación por parte de Renfe”. 

Los trabajos para ampliar el vestíbulo principal norte de Chamartín dejarán a los vecinos de Aranjuez, Ciempozuelos, Valdemoro y Pinto sin trayecto directo a Sol, Nuevos Ministerios y la propia estación en la que se están llevando a cabo los trabajos hasta el 23 de diciembre. Tendrán que bajarse en Atocha y coger alguna de las líneas de Cercanías que circulan por el túnel de Recoletos (C-1, C-2, C-7 y C-10), o buscar otras alternativas como seguir el trayecto en metro o en bus. 

A los carteles avisando de los cortes en el servicio tanto en las estaciones como en los propios convoyes se han sumado los continuos mensajes por megafonía, indicando las vías a las que debían dirigirse los viajeros para continuar su trayecto, y la ayuda brindada por los trabajadores de Renfe a las personas que se encontraban perdidas en este primer lunes de obras. 

“He venido antes por si el tren llegaba también antes, pero parece ser que ni siquiera llega en hora. Llevamos tres semanas en las que la C-3 hace lo que le da la gana. La semana pasada hubo averías, la anterior también… Yo tomo el tren en Getafe Industrial, que es donde trabajo, y hubo un montón de gente allí atascada por una incidencia en la línea”, ha explicado una joven que coge habitualmente el Cercanías que sale de Atocha, dirección Aranjuez, a las 08.12 horas. Esta mañana ha estado a pocos segundos de coger el tren de las 07.55, que ha terminado saliendo con 15 minutos de retraso, siguiendo la tónica de la mañana. “Nueve minutos de retraso para empezar esta nueva etapa. Esto promete”, ha lamentado otro usuario en sus redes sociales, en las que también ha criticado que “la gente venía hacinada” en los vagones.

Geacias. Nueve minutos de retraso para empezar esta nueva etapa. Esto promete. Ah, y la gente venía hacinada; igual es que esta línea merecería más trenes, ÿno creen?

â Héctor Menéndez ðúðæ (@Ikatari) February 6, 2023

Hay quien, pese a la campaña de información lanzada por Renfe, se ha encontrado hoy con la sorpresa: “Venimos de Aranjuez y nos hemos enterado ya en el tren, cuando lo han empezado a anunciar por megafonía. Iremos ahora hasta Sol en metro”, han declarado unas jóvenes, que iban juntas a estudiar. “Sabíamos que iba a haber obras, pero no nos acordábamos de que empezaban hoy. A ver qué pasa en Atocha, que fijo que es todo un lío con los cambios de línea”, han pronosticado dos usuarias que tenían Nuevos Ministerios como destino final de trayecto. 

Un corte en el servicio que se suma a las incidencias habituales

El inicio de las obras, con sus inconvenientes por los obligados transbordos, es un obstáculo más en el día a día de los vecinos del sur de Madrid para los que lo raro, en las últimas semanas, ha sido que la línea C-3 funcionase con normalidad y sin ningún tipo de retraso o demora por las incidencias. 

Una de las últimas fue a la entrada de la estación de Pinto, donde el corte de un cable provocó que se desprendiese parte del techo del vagón de un tren. El servicio se interrumpió durante horas entre las estaciones de Getafe Industrial y Valdemoro, lo que llevó a Renfe a tomar la decisión de ofrecer una alternativa a la multitud de viajeros afectada por la avería y contrató un servicio de buses lanzadera. 

“Centenares de viajeros parados en Getafe Industrial sin recibir ningún aviso por megafonía, la gente gritando. Nos dicen que hay una avería y nadie sabe cómo llegar a casa. A lo mejor podrían dejar de tratar a los pasajeros como a ganado”, lamentó uno de los vecinos que se quedó esperando en la vía a 4 grados de temperatura. La Asociación de Consumidores y Usuarios de Valdemoro (ACUSVAL) se sumó a las quejas y lanzó un escrito denunciando que Renfe trataba a los habitantes del sur de Madrid como “ciudadanos de segunda clase”.

El Ayuntamiento de Ciempozuelos alza la voz

Pese a que los ayuntamientos de Pinto y Valdemoro no se han pronunciado sobre los cortes en el servicio de Cercanías —en el pleno de este mes en Valdemoro, solo Más Madrid votó a favor de su moción para reclamar autobuses gratuitos y un aumento de las frecuencias—, la corporación municipal de Ciempozuelos aprobó por unanimidad una moción conjunta del PSOE, Ahora Ciempozuelos, Ciudadanos por Ciempozuelos (CPCI) y Vox, solicitando que los trenes lleguen a Nuevos Ministerios, al igual que los de la C-4. 

“La C-3 decide la hora a la que nos levantamos, nos dormimos, o llegamos al trabajo. Organiza nuestro día a día, porque, sin ir más lejos, hoy he tenido que desplazarme hasta Legazpi para coger el autobús al no haber trenes por una incidencia en las instalaciones a la entrada de Pinto”, explicó Carlos Girbau, portavoz de Ahora Ciempozuelos, adelantando que las obras iban a “complicar más aún” la vida de los vecinos y que Atocha se convertiría en “un hervidero”.