En Pinto hacen falta menos trucos y más tratos

Hace un año nuestros representantes municipales se manifestaban contra la tercera ampliación del vertedero de basuras, obra del PP en la mancomunidad de los municipios del sur. Un año después es el PSOE quien aprueba, con el voto a favor del también representante socialista de Pinto, otra cuarta ampliación. Y claro, reciben las críticas del PP, que fueron quienes lo ampliaron hace un año. Si no fuese por el tremendo olor sería hasta cómico. Lejos quedaron las promesas del hoy alcalde de instalar vigilancia de vertidos ilegales con drones y un peaje en la carretera al vertedero. Conociendo el nivel y estando próxima la navidad no se descarta que acabe poniendo un paje.

Lo cierto es que en el último mes se han ido sucediendo desgracias a un ritmo frenético, a cada cual más triste:  El gobierno decide por las bravas cambiar las cerraduras del estadio Amelia del Castillo. Resultado: concejales denunciados (y sin responsabilidades tras declarar en juicio) y un juez decidirá si el campo de fútbol más importante y emblemático de nuestra localidad es o no de propiedad municipal. A todo esto, el concejal de inseguridad (no, no es una errata) y PIMER retiró a estos últimos las competencias para atender emergencias no sanitarias justo el día antes de la borrasca Bárbara. Resultado: partido y herido seriamente al olmo tricentenario de la ermita del Cristo. Quizá si prestase a la plantilla de policía local una pequeña porción del tiempo que dedica a explicar sus contradicciones y atacar a los sindicatos que no le acarician el lomo se podría evitar que la delincuencia siga creciendo peligrosamente en nuestras calles. No en vano este mes hemos asistido al atropello de un policía en acto de servicio mientras huían unos delincuentes. ¿Para cuándo el aumento tan necesario de plazas de policía local, unas instalaciones dignas y las prometidas pistolas eléctricas? Afortunadamente nuestro policía local se recupera satisfactoriamente. ¿Tiene que ocurrir una desgracia fatal para que reaccionemos a la evidencia?

Este nivel tan esmerado de desidia, incompetencia  y negligencia de gran parte de la corporación municipal está arrastrando a nuestra ciudad a unos niveles de abandono preocupantes. Que en estos momentos de pandemia sigamos sin presupuesto desde el año 2015 es un insulto imperdonable a los vecinos, del mismo modo que lo es la autocomplacencia del gobierno y el hecho de que la lealtad y voluntad de diálogo de Salomón Aguado y su PP sean incluso algo menores que los de un villano de Marvel. Pinto no merece agonizar mientras entre ellos susurran el "cuanto peor, mejor". En estos tiempos menos que nunca.

Esperemos que los Halloween venideros no nos dejen tantas calabazas como las ya expuestas y que algún día dejemos de ser líderes en algo que no es precisamente para presumir como la basura. Hacen falta más manos tendidas y menos puñetazos. Hacen falta menos trucos y más tratos.