
Vecinos y Ayuntamiento celebran la rehabilitación de nueve viviendas del poblado de La Marañosa, pero recuerdan que todavía queda mucho por hacer.
El Ministerio de Defensa ha anunciado que reformará y rehabilitará nueve viviendas del poblado militar de La Marañosa. En concreto, invertirá 1.816.414 euros en poner a punto durante los próximos 16 meses cuatro casas en la calle Cid Campeador, cinco en la calle Juan de Austria y otra más en la calle Alfonso XII. Las viviendas cuentan con superficies de entre 66 y 80 m2, salvo una de ellas que alcanza los 121 m2.
El Ministerio de Defensa se ha comprometido a “no alterar el ambiente que merece protección por su estética y carácter típico o tradicional” para respetar el Plan de Ordenación de Protección Ambiental. Pero sí llevará a cabo unas profundas obras de mejora que permitirán dar una segunda vida a unas casas que actualmente estaban deshabitadas.
En concreto, se procederá a la renovación total de instalaciones, carpinterías, mobiliario de cocina y aparatos sanitarios, acabados y calidades, demolición y reconstrucción de cubiertas y redistribución interior completa, así como a la retirada de las cubiertas de fibrocemento. También se desbrorazará el terreno y modernizarán las instalaciones de fontanería, ACS, electricidad y climatización para mejorar su eficiencia y consumo energético.

Es la primera victoria de los vecinos del poblado y del actual Gobierno de San Martín de la Vega, que desde hace más de una década luchan juntos para que La Marañosa vuelva a ser el lugar idílico que un día fue. “Quieren que desaparezca el poblado y salgamos todos de aquí”, denuncia la presidenta de la Asociación de Inquilinos de la Marañosa, María del Pino.
Un abandono progresivo
El poblado de La Marañosa, ubicado en la zona norte de San Martín de la Vega, fue construido hace un siglo como residencia de los trabajadores, tanto militares como civiles, y sus familias del complejo que hoy se conoce con el nombre de Instituto Militar de La Marañosa. “Este sitio ha sido maravilloso”, recuerda Pino, que reside en La Mañosa desde hace 40 años.
El poblado está dividido en dos partes que en su día llegaron a disponer de todo tipo de servicios. Además del Colegio General Izquierdo, en el poblado había un bar, frutería, economato, pistas de tenis y atletismo, dos piscinas e incluso control de acceso y barreras de seguridad. Pero poco o nada queda ya de aquellos días: “Lo han ido abandonando todo. Ahora sales y está todo lleno de mierda, sucio y sin barrer”.
De las más de 300 personas que llegaron a habitar La Marañosa, hoy quedan menos de 100. La mayoría son antiguos trabajadores jubilados y sus familias. De hecho, 60 de las 115 viviendas que hay en el poblado están vacías y tapiadas. Los antiguos equipamientos se encuentran en muchos casos en un estado inutilizable y ni uno solo de los establecimientos sigue con vida. Tan sólo resiste el colegio, que también atraviesa una situación crítica: “No reúne las condiciones básicas que corresponden a cualquier edificio público”, cuenta el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de San Martín de la Vega, Sergio Neira.

Frente común
Hace más de diez años, los vecinos se percataron de la deriva que estaba tomando el poblado y decidieron agruparse en la Asociación de Inquilinos de la Marañosa. “Nuestra lucha siempre ha estado centrada en que el poblado no desaparezca porque sería una barbaridad”. Un bando en el que han contado con el Ayuntamiento de San Martín de la Vega. “La relación es buenísima, nos ayudan un montón”, confirma la presidenta de la entidad. Sergio Neira, por su parte, explica que “siempre vamos de la mano con ellos e intentamos ayudarles en lo que podemos”.
La gestión y mantenimiento del poblado corresponde al Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa dependiente del Ministerio de Defensa. Las competencias del Ayuntamiento de San Martín de la Vega se limitan a la recogida de residuos, que se lleva a cabo tres veces por semana. Aun así, en 2023, el Consistorio sufragó los 30.033 euros que costó el parque infantil José Luis Miguel Jambrina, e incluso acometió en junio de este año el desbroce y limpieza del área ante la preocupación de los vecinos. “Ha sido la guerra que hemos tenido este verano. Estaba muy asustada por el nivel de hojarasca que había en la calle y la cantidad de incendios que se estaban produciendo”.
El CEIP General Izquierdo, por su parte, está actualmente cedido a la Comunidad de Madrid, que es quien debe hacerse cargo de su modernización. Sergio Neira apunta que se trata de “un edificio muy bonito, tanto por fuera como por dentro, pero desde hace tiempo venimos reclamando varias inversiones necesarias”. Las más importantes: adaptar las instalaciones a personas con movilidad reducida y una correcta impermeabilización.
La solución, al alcance de la mano
La presidenta de la asociación de vecinos cuenta cómo hace unos años “intentaron deshacerse del poblado de abajo y concentrarnos en el de arriba, incluso solicitaron la demolición de las casas que estaban en muy mal estado, pero les dijeron que no las podían tirar”. Su máxima reivindicación pasa precisamente por acondicionar y rehabilitar las viviendas vacías para que el poblado recupere todo su esplendor. “Es vergonzoso que en la época que estamos viviendo, en la que hay tanta necesidad de casas, se abandone un poblado de esta forma”, lamenta Pinto.

Desde el Gobierno de San Martín de la Vega coinciden en la necesidad de seguir la línea que el Ministerio de Defensa parece haber emprendido. “Nuestro planteamiento es bien sencillo: la infraestructura está y lo único que tenemos que hacer es luchar para no perderla, más aún con la problemática que existe en nuestro país con el tema de la vivienda”. En 2023 ya propuso que se rehabilitasen las casas y destinaran a agentes de la Guardia Civil, pero su condición de no enajenables impide que se usen para otro fin que no sea el actual.
Está por ver si este, efectivamente, es el giro de 180º que necesita La Marañosa. Porque por lo demás, como destaca Sergio Neira, el poblado “es casi como un paraíso ya que estar rodeado de un pinar hace que sea una zona tranquila y en la que incluso se nota una diferencia de temperatura respecto al resto de San Martín de la Vega”. La presidenta de la asociación de vecinos, María del Pino, coincide en que “la zona es una maravilla, ha sido un lujo vivir aquí”. Y por ello seguirán luchando para que su barrio vuelva a ser el que era.


















 
                                  
                                  
                                  
                              
La España de los perritos | Sábado, 13 de Septiembre de 2025 a las 14:02:04 horas
200.000 euros por vivienda?.Me parece excesivo; ya que no se trata de obra nueva, ni de venta libre, ni de una zona urbanizable en expansión. Son casas públicas que, aunque necesiten importantes reformas, considero que está desajustado el presupuesto. Conclusión: alguien se llevará unas discretas comisiones.
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