Excusatio non petita

En las próximas semanas los vecinos de Valdemoro recibirán el primer recibo de la nueva tasa de basuras. El cobro se realizará de forma semestral y, como con el resto de impuestos, es posible acogerse a un descuento del 5% por domiciliación del recibo, pero la realidad es que la tasa se ha encarecido un 300%. En concreto, las viviendas que tengan una valoración catastral de hasta 100.000 euros pagarán una tasa de 159 euros al año, las que se encuentren en el segundo tramo de hasta 200.000 euros tendrán que abonar 175 euros y, el resto, 185 euros.

La tasa de basuras es una directriz europea para el cobro íntegro de la gestión de los residuos que el Gobierno central ha dejado a libre aplicación de las administraciones locales. Y ahí radica buena parte de la polémica: nadie quiere ser el responsable de esta subida a ojos de la ciudadanía. Es la razón por la que el Ayuntamiento de Valdemoro ha remitido una carta a los vecinos que carece de valor informativo alguno y busca no sólo defender el buen hacer del Ejecutivo de Partido Popular y Vox, sino responsabilizar de todos los males al Gobierno del PSOE de Pedro Sánchez.

La carta, además de ser un más que cuestionable uso de los recursos públicos, oculta deliberadamente datos reveladores. Compara la tasa establecida en Valdemoro con la de otros municipios españoles de diferente rango poblacional y renta para intentar hacer ver que es una de las cuotas más bajas. Además de falso, el Gobierno oculta que es de los pocos que no ha establecido bonificación alguna por circunstancias como el número de residentes en la vivienda o fomento del reciclaje. Incluso podría haber esperado a 2026 para aplicar la nueva tasa.

La carta tampoco cuenta que este es uno de los grandes incumplimientos electorales del PP quien, como el resto, sabía de su obligatorio establecimiento desde 2022. El partido prometió que reduciría la tasa y que permitiría que los pagos domiciliados de los grandes impuestos se puedan fraccionar conjuntamente en siete mensualidades. Nada más lejos de la realidad, como hasta el momento ocurre con ocho de cada diez compromisos que la formación realizó antes de las elecciones. Queda tiempo para enmendar este dato, pero el Gobierno tendrá que afanarse.

La primera medida será una bajada del IBI “que compense parcialmente la subida en la tasa de basuras” y que entraría en vigor en 2026, por lo que debería aprobarse este mismo año. Es una medida que también han anunciado e incluso aprobado ya otros muchos municipios, pero que tendrá que ser especialmente importante si el Ejecutivo quiere que la subida no se deje notar en los bolsillos de los valdemoreños. Si quiere que así sea, la rebaja tendrá que acercarse a los mismos 6,6 millones de euros que ha supuesto la aplicación de la tasa.

Está por ver si la carta del Ayuntamiento de Valdemoro ha tenido el resultado esperado. De momento, ha hecho reaccionar al principal partido de la oposición, el PSOE, para el que el Gobierno “vuelve a intentar manipular la opinión de los vecinos sobre el origen de la tasa por medio de una carta infame”. También a la Asociación de Consumidores y Usuarios de Valdemoro (ACUSVAL) que se ha unido a la Plataforma de Afectados por la Tasa de Basuras de Torrejón de Velasco para presentar un recurso de reposición.