Un concurso de fotografía decidirá quién presionará el botón para demoler “el esqueleto” de Ciempozuelos

El Ayuntamiento de Ciempozuelos escogerá al encargado de presionar el botón que de inicio a la demolición del “esqueleto” con un concurso de fotografía. Los vecinos tienen hasta el 31 de agosto para enviar las instantáneas que atesoren de esta estructura de hormigón inacabada, parte del paisaje urbano de la localidad desde su construcción en 1974.  

El ganador, que se dará a conocer el 15 de septiembre, será escogido por un jurado compuesto por personas relacionadas con el mundo de la cultura en Ciempozuelos. Para el resto de participantes también habrá premio, pues todas las obras presentadas serán expuestas en los quince días previos al anuncio del vencedor. 

Para participar es necesario tener más de 12 años y presentar una única imagen en formato digital o impreso, enviando un correo electrónico a festejos@ayto-ciempozuelos.org con el título de la foto y los datos personales del participante, o acudiendo presencialmente al registro del Ayuntamiento.

Una demolición pospuesta por los vencejos

El Ayuntamiento de Ciempozuelos tenía previsto derribar “el esqueleto” el viernes 26 de mayo, dos días antes de la celebración de las elecciones municipales. El anuncio de la inminente demolición generó la movilización de los partidos de la Oposición y de la asociación SOS Vencejos, preocupada por la anidación de estas aves en la estructura: “La demolición ha sido una decisión política desconociendo los delitos contra la fauna protegida que esto supondría por la destrucción de una colonia activa con pollos y huevos”, rezaba el escrito enviado al Consistorio.

Pese a que la alcaldesa, Raquel Jimeno, aseguró a los activistas que la demolición contaba con “el informe necesario de minas” y un “informe positivo de Medio Ambiente”, el Ayuntamiento tuvo que dar marcha atrás después de que la visita de un grupo de agentes forestales de la Comunidad de Madrid confirmase que existían anidaciones en el edificio inacabado. 

La justificación que dio en ese momento el Consistorio, que retrasó la voladura hasta septiembre, coincidiendo con el fin de la anidación de las aves, es que sólo se habían realizado “inspecciones aéreas” y que los agentes les habían explicado que “los vencejos no tienen visibles los nidos puesto que los pueden tener ocultos dentro de la estructura”.