Los conductores de los buses interurbanos también se quejan de la falta de protección

Los autobuses interurbanos de Madrid, como los que llegan a Pinto, Valdemoro, Ciempozuelos y San Martín de la Vega, continúan prestando el servicio con normalidad a pesar de la situación de excepción que está viviendo el país. Y sus conductores denuncian la falta de medidas de protección ante el COVID-19. 

Los trabajadores de Avanza critican que la dirección de la empresa no haya aplicado las medidas de protección mínimas que se presumía habían de tener los empleados de este servicio público. En el comunicado del comité de empresa aseguran que el acceso a los geles desinfectantes es limitado y no está llegando a todos los conductores. Además aseguran que hay muchos vehículos que tienen nula o muy limitada capacidad de ventilación y que el personal de limpieza carece de medidas de protección adecuadas.

Sin duda, el punto que más preocupa a los empleados es el hecho de que carecen de las mamparas de protección que aislan al conductor del resto del autobús. La falta de estos equipos no es nueva. Los trabajadores llevan seis años reclamando este sistema de seguridad que hace ahora más falta que nunca. 

Eduardo Muñoz, presidente del comité de empresa ha solicitado informes sobre el estado de todos los vehículos, con fotografías de cada uno incluidas y asegura que desde los sindicatos están "cansados de que tomen acciones unilaterales ante una posible reducción de servicios" y de que “la solución salga solo de los trabajadores, de sus nóminas y condiciones sociales". Muñoz recuerda también que son varios los compañeros y compañeras que han caído enfermos y no pueden prestar servicio. 

Al igual que otros sectores como el sanitario, con médicos al límite, o el de los funcionarios de prisiones, también los conductores reclaman más medidas, tanto por el tiempo como por el tipo de exposición al virus que tienen en sus labores diarias, donde se sienten desprotegidos.