Juan Carlos Llamazares, pinteño de 14 años que actualmente milita en el equipo benjamín del Escuelas Deportivas de Pinto, se lesionó de gravedad en un partido el pasado 22 de marzo. Para Carlos, su padre, comenzó entonces una cadena de sucesos que le ha llevado a un enfrentamiento contra el propio club que ahora le reclama los costes de la operación y las curas a pesar de contar con un seguro.
“Los padres y madres que han firmado esto son los únicos que estuvieron atendiendo a mi hijo en ese partido”, recuerda Carlos Llamazares blandiendo varias hojas. En ellas numerosos padres de los compañeros de su hijo Juan Carlos en el Escuelas Deportivas de Pinto afirman que a día de hoy todavía desconocen el protocolo de actuación en caso de lesión.
Pasos a seguir | En España, la actividad de fútbol federado tiene cubierta la atención por lesiones a través de la Mutualidad de Futbolistas gracias al pago que los clubes realizan a principio de temporada a través de las cuotas de sus deportistas. Estas atenciones deben realizarse en los centros previamente concertados entre el club y la Federación de Fútbol de Madrid.
Los equipos recuerdan a través de circulares, informaciones en el tablón de anuncios o en su página web que cuando se acude a la Seguridad Social la Mutua no se hace cargo de los costes. Sólo se derivará a los jóvenes a un hospital público cuando se produzca una parada cardiorespiratoria, traumatismo cráneo-encefálico o fractura abierta que conlleve pérdida de sangre.
Desconocimiento | “Ninguno de los padres del equipo sabíamos qué es lo que teníamos que hacer- asegura Carlos Llamazares- Y tampoco nadie del club vino a decírmelo cuando se lesionó mi hijo”. Juan Carlos Llamazares, jugador de 14 años de categoría benjamín, sufrió una rotura de cúbito y radio en Pinto cuando disputaba un partido con el Escuelas Deportivas el pasado 22 de marzo.
“En el estadio estaban presentes en el entrenador y su segundo pero no se acercaron en ningún momento”, denuncia su padre. Afirma que fueron los propios padres quienes cambiaron de ropa al joven, recogieron sus cosas del vestuario y llamaron a la ambulancia.
“El ATS decidió llevarlo al Hospital de Valdemoro porque en el camino a Getafe había numerosos badenes y el niño iba a sufrir mucho”, recuerda Carlos. Una vez allí los médicos decidieron operarle pero la necesidad de recurrir a una anestesia postergó la operación seis horas, un tiempo durante el que el club no se puso en contacto con él.
A última hora del día tanto el primer como el segundo entrenador del equipo acudieron al hospital a ver a Juan Carlos, pero en ningún momento se acercaron a su padre. Quien sí se puso en contacto con Carlos fue un miembro del Escuelas Deportivas “que vive en Alicante” para recordarle que podía hacer las curas por el seguro. Más tarde la dirección del club le convocó para entregarle una carta de la Mutualidad de Futbolistas en la que decían no hacerse cargo de los costes de la operación.
“Nadie me comunicó absolutamente nada y ahora dicen que me tengo que hacer cargo cuando el chaval estaba bajo su responsabilidad. Tuve que perder una mañana de trabajo para informarme en Valdemoro y ver dónde tenía que hacer las siguientes curas, pero lo que tengo claro es que no voy a pagar esto”.
Versión del club | “No habíamos tenido ningún problema de este tipo en 35 años”, afirma asombrada Virginia Rus, presidenta del Escuelas Deportivas de Pinto. Considera que Carlos “se puso nervioso” y que “ha metido la pata” porque el protocolo en caso de lesión está “requetedicho”. La presidenta club recuerda que los padres firman una hoja a principio de temporada en la que se explica que los jóvenes sólo tendrán seguro médico el tiempo que dure la competición.
“Este año otros chicos de benjamín han sufrido lesiones y han ido a los centros que tenemos concertados”, garantiza Virginia que también asevera que los entrenadores de cada equipo disponen de una relación de lugares a los que deben acudir los niños. También afirma que en el momento de la lesión una sanitaria del club y el segundo entrenador se acercaron a explicarle dónde había que llevar a Juan Carlos. “Su padre decidió por su cuenta que fuera al Hospital de Valdemoro”.
En cualquier caso Virginia asegura que no tuvieron tiempo de hablar con él en la reunión del día 27: “En otros casos hemos podido ayudar a los padres que han ido por la Seguridad Social”. Reconoce tener la puerta de su despacho abierta a Carlos y elogia a su hijo, al cual las secciones de benjamín e infantil homenajearon tras su lesión.
Mentiras | Lejos de esta versión, Carlos Llamazares mantiene que ni en el momento de la lesión ni después ningún dirigente del club se puso en contacto con él para informarle sobre el protocolo. “Es todo mentira”, responde enfadado al escuchar las declaraciones.
Otros padres se han puesto en contacto con Zigzag para corroborar su versión y garantizan que ellos también desconocían las pautas a seguir. “Estamos superindignados, a día de hoy seguimos sin saber a dónde tenemos que llevar a los críos”, dice José Ángel, uno de los padres.
Todos ellos recuerdan una reunión con los encargados del equipo benjamín en la que preguntaron por los centros a los que debían acudir en caso de lesión. Afirman que el primer entrenador desconocía con exactitud cuáles eran estos lugares y que su segundo reconoció que lo mejor hubiera sido “vestir al chico de paisano antes de entrar al hospital”.
A pesar de todo Carlos asegura que está en manos de su hijo continuar en el club. “Me saca todo sobresalientes porque sabe que sino no sigue jugando, así que de él depende”. Sin embargo su intención es no parar aquí y piensa seguir sumando firmas a las casi 20 conseguidas para después llevarlas todas al juzgado. “Llegaré hasta donde haga falta”, concluye.
Otro padre | Viernes, 01 de Mayo de 2015 a las 09:13:35 horas
En primer lugar espero que el niño esté ya recuperado del todo y sin ningún tipo de secuela. Lo que no acabo de entender es para que existen esos seguros que se suponen que hacen para cubrir a los niños durante la competición y que en estos casos no sirven de nada, !!Protocolo dice esta señora¡¡ ¿Cual sería el protocolo, vestir al niño de paisano y tapar bocas para que sea un incidente en la vía pública? eso se llama estafar a la Seguridad Social cuando en realidad el club está sirviendose de estos niños para subir de categoría o alimentar curriculums de entrenadores y otros del propio club.
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