La Audiencia Provincial de Madrid ha reabierto el caso de la explosión en 2010 en la academia de la Guardia Civil de Valdemoro, que supuso la muerte de un agente. Para la Audiencia “existen indicios de delito”, por ello ha revocado el auto archivado por el Juzgado de Instrucción número 1.
El accidente | Francisco Morcillo, subteniente de la Guardia Civil, perdió la vida el 29 de junio de 2010 a los 61 años, tras la explosión en un almacén del Servicio de Desactivación de Explosivos (SEDEX) del Colegio de Guardias Jóvenes “Duque Ahumanda”. Otras 12 personas resultaron heridas.
Morcillo estaba trabajando en el almacén, ubicado en un
sótano de estas instalaciones. A consecuencia de la explosión, el techo se vino
abajo, sepultando al agente.
La Sala considera que de los hechos podría desprenderse un delito por “incumplimiento de la normativa de Prevención de Riesgos Laborales” y otro por “homicidio imprudente”.
La causa | En cuanto al primer delito, la Sala sostiene que las instalaciones no contaban con sistema de extinción automática de incendios con rociadores de agua, sólo con una alarma de agua –que no funcionaba correctamente, apuntan-. Tampoco había sistemas de detención de gas.
El local, que servía para almacenar sustancias explosivas e incendiarias, no tenía ni ventilación natural ni salida de emergencias, convirtiéndose en un espacio “con un alto riesgo de explosión”, recoge el auto.
Además, una vez producida la explosión, la boca de incendios no se pudo utilizar, “dado que faltaba el vástago para la apertura de la llave, las boquillas no eran compatibles con las mangueras y el equipo de la boca carecía de presión”. "Los bomberos tuvieron que coger agua de la piscina del complejo y de una boca de incendios del exterior para extinguir el fuego", añade el texto.
La Sala ha citado como imputado al Coronel Jefe del Centro,
al que no se le ha tomado declaración hasta la fecha, así como a los
responsables de la empresa Saima Seguridad S.A., encargada del mantenimiento de
algunos de los sistemas de seguridad que fallaron.
También cita como imputados por un supuesto delito de homicidio imprudente a los miembros del equipo de prevención de riesgos laborales de la Guardia Civil, "sobre los que recaía la obligación de realizar el correspondiente plan de riesgos laborales y ocuparse de su vigilancia y de su ejecución", explica el auto.
Versiones contradictorias | La familia del fallecido se ha personado en la causa seguida para el “esclarecimiento de los hechos”. Según denunciaron los hijos de Morcillo ante el juzgado, “la versión dada por la Guardia Civil en un primer momento, no se ajusta a la verdad de los hechos”. Exponen que su padre no estaba dando “ningún tipo de clase sobre explosivos”, como había declarado el cuerpo, sino “intentando evacuar las instalaciones, una vez detectado el inicio del fuego desatado por la explosión”. Según los familiares, Morcillo se encontraba en “situación de reserva” y “no tenía encomendadas esas funciones formativas, que estaban siendo desarrolladas en el momento de la explosión por otros dos miembros del cuerpo”.


















Manuel | Miércoles, 05 de Febrero de 2014 a las 17:46:29 horas
en tratándose de la Justicia, todo es posible
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