Equipo

También en esta ocasión tengo la impresión de que, con independencia del resultado final, los internos de Bal Mandir están disfrutando más que nunca de nuestra estancia en su orfanato y de las actividades que tratamos de desarrollar con ellos. A pesar de las penurias, los niños se muestran alegres, participativos y más cariñosos que nunca. Algunos de los que anteriormente parecían un poco distantes, ahora reclaman nuestro afecto. También nos sorprende que el grupo de niñas provenientes de Siphol haya tardado tan poco en congeniar con nosotros.

Afortunadamente, gracias a la generosidad de varios amigos españoles, la urgencia alimentaria del orfanato por el momento se ha solucionado. Kalpana ha asumido la responsabilidad de, en comunicación con Indu, comprar todos los alimentos necesarios y asegurarse de que lleguen a sus legítimos destinatarios. Sé que es sólo un parche, pero al menos aleja el fantasma del hambre durante unos meses. Espero que durante ese tiempo los responsables de este hospicio sean capaces de encontrar una solución definitiva que no deje a estos menores a merced de la caridad.

Obligados por las circunstancias económicas, este año nuestro equipo de trabajo es más reducido que en ocasiones anteriores. Somos sólo cinco voluntarios españoles, pero tenemos el valiosísimo apoyo de algunos jóvenes ex Bal Mandir que acuden diariamente al orfanato para ayudarnos. Netra y los gemelos Laxman y Ram es la primera vez que trabajan con nosotros. Los tres crecieron en Bal Mandir, y al cumplir los 11 años de edad fueron trasladados a Pachkal, un orfanato a las afueras del Valle de Katmandú sólo para chicos. El año pasado quedaron fuera del amparo oficial por su mayoría de edad, y vinieron a visitarnos a Bal Mandir para solicitar financiación para poder realizar sus estudios universitarios. Los tres son excelentes estudiantes, con un expediente académico envidiable, pese a lo cual se veían obligados a abandonar sus estudios por falta de respaldo económico. Decidimos incluirles en el grupo de jóvenes ex Bal Mandir a los que se estaba apoyando desde España. Hace algo más de un mes les ofrecimos sumarse a nuestro grupo de trabajo, y los tres aceptaron ilusionados. También Jodish, que ya es veterano en esta tarea, acude diariamente a su orfanato de origen para trabajar con nosotros. Además, a partir de mañana podremos contar con la colaboración de Kalpana que iniciará sus vacaciones del Dashain. Sin ellos, nuestra labor aquí sería mucho más difícil. A pesar de que aquí el nivel de inglés de los niños es bastante bueno, estos voluntarios nepaleses son los mejores interlocutores con los internos de Bal Mandir (sus hermanos). Su disposición es absoluta, diariamente se entregan con toda su energía a la tarea que les encomendamos. Nos sentimos realmente afortunados de tenerles con nosotros durante estos días.

Estos chicos y chicas que han crecido en la adversidad, y pesar de ello se muestran voluntariosos, activos, inteligentes, responsables y comprometidos con la realidad social de su país, representan una verdadera esperanza de transformación.

Katmandú, a 12 de octubre de 2013.

José Luis Gutiérrez Muñoz es Profesor Titular del Departamento de Escultura de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. Residente en Pinto, es el promotor de una labor humanitaria, desde 2004, en orfanatos de India, Nepal y Ecuador. Ha publicado dos libros sobre sus experiencias, "De sol y de luna", en el que relata la adopción de sus dos hijas, y "La balsa de Quingue", relatos sobre la vida de los niños y niñas de estos orfanatos.