El año de Rosco

“Si tú tocas porque te ilusiona, el momento llegará”, vaticinaba en voz alta en 2014 un Rosco que ya empezaba a despuntar como artista. Ese innegociable amor por la música ha guiado en estos 13 años a Rubén Tajuelo (Pinto, 1989) hasta granjearse un merecido nombre dentro del panorama nacional. “Para mí es un sueño”. Involucrado en uno y mil proyectos, el pinteño encara un año que promete dejar huella. 

La televisión siempre ha sido su aliada. Hizo su primera inclusión como banda del programa Qué tiempo tan feliz de Telecinco, pero fue el concurso La Voz de Antena 3 el que le hizo ser noticia en todos los medios nacionales. “Tienes que recorrer los bares de España para que todo el mundo pueda ver y sentir lo que ha pasado aquí”, le imploró el cantante Antonio Orozco el día de su despedida.

Rosco está presente ahora en uno de los programas más esperados de la temporada, That’s my jam: que el ritmo no pare, presentado por Arturo Valls y que se emite cada martes en La 1 de Televisión Española. Se trata de la adaptación del formato americano creado por Jimmy Fallon en el que dos equipos de personajes famosos se enfrentan a diferentes desafíos musicales acompañados por una banda en vivo de la que ha formado parte el pinteño.

“Estoy muy contento, ha sido un proyecto en el que he podido trabajar codo con codo con gente a la que admiro”, cuenta. Entre ellos se encuentra uno de sus ídolos de la infancia, Francisco Simón, pero también su infatigable compañero de aventuras, Víctor Elías, que lidera la banda. “Además de ser uno de mis mejores amigos, es el mejor director musical que hay ahora mismo en este país”.

De gira con Leire

Fue precisamente Víctor Elías quien le puso en contacto con una de las estrellas musicales españolas del momento, Leire Martínez. Su salida tras 17 años como cantante de La Oreja de Van Gogh le ha puesto en boca de todos, pero Leire quiere dejar el pasado atrás y lanzará en breve su primer disco en solitario tras la ruptura. Este 2025 iniciará una gira de conciertos por toda España en la que Rosco hará las veces de guitarrista y corista.

El pinteño define a la cantante como “una mujer currante, increíble y supersimpática” que, a pesar de toda la polémica que le rodea estos días, ha sabido llevar la situación “de una manera muy elegante y profesional”. De momento sólo se conoce una canción de su próximo disco, ‘Mi nombre’, pero Rosco, a punto de empezar los ensayos de la gira, no descarta que en ella haya temas de La Oreja de Van Gogh.

Pero Leire Martínez no es la única solista con la que trabaja. En los últimos años, el pinteño ha colaborado de manera recurrente con Angy, a la que conoció durante su etapa en el musical ‘La Llamada’ donde llegó a interpretar al mismísimo Dios. Además de tocar junto a ella, han compuesto recientemente una canción para un anuncio. “Nos une mucho la amistad y los gustos musicales, la verdad es que nos queremos mucho”.

Proyectos personales

Aunque su mujer, Andrea Guasch (Barcelona, 1990), y él han decidido aparcar temporalmente su grupo de country y rock pop, Hotel Flamingo, ambos comparten junto a Álex Serra un proyecto que les está dando muchas alegrías: Laurel Birds. Como hiciera Rosco con The Beatles en The Details, la banda homenajea a grupos de los años 60, pero en esta ocasión a aquellos que nacieron en el mítico barrio de Laurel Canyon en Los Ángeles (California).

De allí salieron un sinfín de grandes nombres como The Eagles, Linda Rondstad, Joni Mitchell, Jackson Browne o The Birds, entre otros muchos. La acogida de Laurel Birds ha sido tan buena que la banda ha establecido su residencia fija en la Sala Galileo Galilei de Madrid, a la que volverán en septiembre. Su primer concierto allí dejó impactado al programador: “Por favor, nos os vayáis a ninguna otra sala. Tocad siempre aquí”, les pidió. Y eso han hecho.

Entre tanto, el pinteño desarrolla su proyecto más personal. En los próximos meses lanzará su disco en solitario de rock clásico para el que ya ha grabado un videoclip con el cantante de M-Clan, Carlos Tárquez, y en el que habrá referencias a bandas legendarias como Creedence Clearwater Revival o The Rolling Stones. “En otros momentos de mi vida sí que he ‘poperizado’ un poco más lo que hacía, pero en este caso he querido ser muy coherente con la música que escucho”, explica.

Rosco no quiere repetir errores. “No me gusta, excepto dos canciones más inspiradas en el rock clásico, el resto son auténticos pastelones”, ha llegado a reconocer sobre su primer EP, lanzado en 2011. En esta ocasión, las sensaciones son radicalmente diferentes: “Siento que va a ser el típico disco que va a envejecer bien, del que dentro de unos años diré que esto es lo que a mí me gusta”.

Porque el objetivo del pinteño con este disco tan personal está lejos de la fama y el dinero. “Simplemente me gustaría que tuviera aceptación, no tanto que se convierta en un gran éxito porque es una expectativa que he perdido con el paso de los años. Lo que quiero es que, suceda lo que suceda, este disco me haga feliz”. Nada más y nada menos que lo mismo que buscaba el Rosco de hace trece años.