Birdlife
Tienes activado un bloqueador de publicidad

Intentamos presentarte publicidad respectuosa con el lector, que además ayuda a mantener este medio de comunicación y ofrecerte información de calidad.

Por eso te pedimos que nos apoyes y desactives el bloqueador de anuncios. Gracias.

Continuar...

María Herrera, geriatra de Valdemoro y Premio Nacional de Doctorado: “Los médicos deben aprender a cuidar, no sólo a curar”

Graciela Díaz Cuervo Jueves, 06 de Marzo de 2025 Tiempo de lectura:
María Herrera recibe el Premio Nacional de Doctorado.María Herrera recibe el Premio Nacional de Doctorado.

Su investigación sobre los cuidados paliativos se ha llevado un ‘Goya’ de la Real Academia de la Medicina: “Fue una gran sorpresa que se decantasen por una tesis enfocada a mejorar la calidad de muerte, porque la medicina tiende a premiar el hallazgo de una vacuna, de una cura para el cáncer…”.

“La gente se muere mal”. María Herrera Abián (Madrid, 1978) lleva más de una década tratando de mejorar la atención que los pacientes y sus familias reciben en los hospitales cuando ya no hay cura posible y lo único que queda es afrontar el final, con el propósito de poder utilizar el tiempo pasado para realizar una fulminante afirmación que hoy se ve obligada a pronunciar en un estricto y doloroso presente. 

 

Todo el trabajo que viene desarrollando desde que en 2012 se convirtiese en la jefa de los servicios de Geriatría y Cuidados Paliativos del Hospital Universitario Infanta Elena de Valdemoro ha quedado reflejado en su tesis doctoral, reconocida recientemente por la Real Academia de Medicina con el Premio Nacional de Doctorado en Ciencias Médicas Sociales y de la Salud. “Fue una gran sorpresa que se decantasen por una tesis enfocada a mejorar la calidad de muerte, porque la medicina tiende a premiar el hallazgo de una vacuna, de una cura para el cáncer… Es un signo de que algo está cambiando, como también lo son la promulgación de la Ley de la Eutanasia o de la Ley ELA”, afirma la doctora, quien iguala este galardón a lo que un Goya puede significar para un actor o un director de cine. 

 

Antes de obtener este reconocimiento, su tesis, ‘Morir en el Hospital: Estudio comparativo de costes y calidad percibida cuando interviene un equipo de Cuidados Paliativos’, recibió el premio extraordinario de la Universidad Francisco de Vitoria en el curso 2023-2024, requisito imprescindible para poder presentarla a la Real Academia Nacional de Medicina. También ha sido publicada en dos de las revistas científicas con mayor índice de impacto ‘Annals of Medicine (IANN)’ y ‘Journal of Pain and Symptom Management (JPSM)’.

 

Se trata de una investigación que combina métodos cuantitativos y cualitativos para mostrar la adecuación terapéutica y la mejora de costes en pacientes con enfermedad avanzada atendidos por una Unidad de Cuidados Paliativos (UCP) durante su último ingreso. Desde que dio los primeros pasos en 2018 hasta que la terminó en 2023, la geriatra analizó las pruebas diagnósticas, los fármacos empleados y las intervenciones de 1.370 pacientes que fallecieron en el hospital de Valdemoro entre 2016 y 2018 y se entrevistó con 24 cuidadores o familiares, comparando en ambos casos los datos y respuestas de los que fueron atendidos por la UCP con los que no pasaron por este servicio. 

 

La principal conclusión de su investigación es que, si existe un equipo de paliativos, el paciente y la familia están mejor atendidos y el gasto se ve reducido. “Al final hay cosas rutinarias en el hospital, como pinchar heparina a los pacientes encamados, que resultan innecesarias cuando todo lo que nos queda es cuidar y llevan aparejadas un coste. Hay que adecuar el tratamiento y la atención a lo que toca en cada momento”, señala Herrera, lamentando que a día de hoy aún haya muchos hospitales en España que no tienen equipo de paliativos. “La mitad de la población sigue sin estar cubierta”.

 

Este déficit en la atención que se da a los pacientes en el final de la vida, en un momento en el que el 75% de las defunciones se produce en hospitales, fue lo que animó a la doctora a realizar su tesis años después de haber obtenido el Máster en Cuidados Paliativos en la Universidad Autónoma de Madrid. “Comencé a trabajar en ella con la esperanza de brindar una herramienta a hospitales y autoridades sanitarias para impulsar los cuidados paliativos, por eso hago hincapié tanto en la adecuación terapéutica como en el ahorro económico”, explica la sanitaria, cuyo estudio revela que los costes disminuyen si los pacientes terminales son evaluados por médicos con formación en paliativos. En concreto, la parte cuantitativa de su tesis muestra que el gasto diario por paciente en el Infanta Elena se reduce un 34%: de 112,62 euros si no es atendido por un paliativista a 74,27 euros en la UCP, debido al menor consumo de analíticas, pruebas de imagen, cirugías o fármacos innecesarios. 

 

Los cuidados paliativos también cuentan con la total defensa y apoyo de los familiares que han podido contar con ellos en un momento tan complicado como es la despedida de sus seres queridos. En las respuestas de los entrevistados a las preguntas planteadas por la doctora, todos coinciden en alabar el control del dolor del paciente, la honestidad a la hora de informarles de todo lo que estaba ocurriendo, la disponibilidad, el apoyo brindado y el espacio que se les dio para decir adiós y poder asumir mejor el duelo. Esto contrasta con la falta de atención e información que denuncian aquellos que no pudieron contar con este servicio: “Nadie cuidó de nosotros, pero nos hubiera gustado”, llega a afirmar una de las personas entrevistadas por Herrera, cuyo familiar no dispuso de los servicios de la UCP en su último ingreso. 

 

[Img #40650]

 

Formar en cuidar

 

La solución no está únicamente en que todos los hospitales cuenten con unidades de cuidados paliativos. Para la jefa de los servicios de Geriatría y Cuidados Paliativos del hospital de Valdemoro, es importante que todos los médicos sepan manejar con la mayor sensibilidad y empatía posible las conversaciones difíciles con los pacientes, consolar a los familiares y aliviar el sufrimiento del enfermo, adecuando el tratamiento a su situación. “Creo que los estudiantes de Medicina no deben salir de la Universidad con la única idea de que van a sanar a los pacientes. Los médicos deben aprender a cuidar, no sólo a curar”, expresa la doctora. 

 

En el Hospital Universitario Infanta Elena todos los residentes tienen que estar dos meses en la Unidad de Cuidados Paliativos a fin de que adquieran unas nociones básicas sobre cómo se debe tratar a los pacientes terminales en el final de la vida, independientemente de si luego optan por especializarse con un máster como hizo Herrera. “Cuando uno está trabajando hay que formarse y reformarse en formas de comunicar malas noticias y de acompañar, por eso considero necesario también que exista un curso de paliativos que se imparta una vez al año, como se hace con la RCP”. 

 

La pandemia del coronavirus, de la que este mes de marzo se cumplen cinco años, paralizó temporalmente su investigación, pero redobló la importancia que para ella ya tenía de por sí contar el momento de la despedida. “Uno afronta mejor el duelo si ha tenido una bonita despedida. El covid fue una bofetada en este sentido y me llevó a hacer más hincapié en la importancia de decir adiós y en que todos los profesionales, independientemente de su especialidad, sepan afrontar estas situaciones. Fue una motivación para mí”. 

 

La UCP de Valdemoro

 

La Unidad de Cuidados Paliativos del Infanta Elena asume a un paciente terminal y a su familia cuando reciben el aviso de sus compañeros de otros servicios. “El 80% viene de oncología. Nuestros compañeros están muy sensibilizados y enseguida recurren a nosotros cuando ven que es necesario y no existe cura”, explica Herrera, quien inició esta aventura en solitario hace más de diez años, inspirando la creación de otras UCP del grupo Quirónsalud como la del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz.

 

Cuando la Unidad de Cuidados Paliativos del hospital de Valdemoro empezó a dar sus primeros pasos, sólo contaba con la ahora jefa de los servicios de Geriatría y Cuidados Paliativos a media jornada. Con el tiempo, la apuesta por este servicio ha ido en aumento hasta conformar, a día de hoy, un equipo multidisciplinar de tres médicos a jornada completa, una enfermera, una auxiliar y una psicóloga. 

 

[Img #40651]

 

Estos profesionales se reúnen periódicamente con los familiares para ir conociéndolos al tiempo que les van ofreciendo información detallada sobre cómo se encuentra el paciente y se interesan por cumplir tanto las necesidades de este como las de sus acompañantes en la medida en la que sea posible. Los preparan para la inevitable muerte a imagen y semejanza de lo que el médico Pablo Iglesias, protagonista del documental ‘Los demás días’ (2017), hace con los personajes de Antonio de La Torre y Patricia López en la película ‘Los destellos’ (2024), preocupándose no sólo por el bienestar del enfermo, sino también de quiénes están a su lado. “Y tú, ¿tienes quién te cuide?”, pregunta Pablo a la protagonista del filme de Pilar Palomero, como habrá hecho cientos de veces María Herrera con las madres, hijos y hermanos que acompañan a los pacientes terminales en su último ingreso en el hospital de Valdemoro. 

Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.181

Todavía no hay comentarios

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.