Valdemoro no es normal

Por mucho que distintas situaciones se prolonguen en el tiempo o se repitan constantemente hay cosas que ni son normales ni las podemos normalizar.

No podemos normalizar que en una ciudad de casi 90.000 habitantes haya una sola oficina de correos a la que es casi imposible llegar desde los barrios, porque no hay sitio para aparcar.

No podemos normalizar que las salidas y entradas a Valdemoro sean un auténtico “cuello de botella” incapaz de absorber el tráfico, haciéndonos perder horas de nuestro tiempo y provocando un grave aumento de los niveles de contaminación que afectan a la salud de los vecinos.

No podemos normalizar que el Polideportivo Río Manzanares siga abandonado después de 10 años cerrado, amenazando ya ruina por falta de mantenimiento. No podemos normalizar que esto sea también lo que está ocurriendo con el edificio de los antiguos juzgados dos años después de su traslado y reversión al municipio.

No podemos normalizar que el centro de salud que tanto necesitamos se haya convertido en una de esas promesas electorales “que ya veremos cuándo y cómo se cumplen”.

No podemos normalizar que cientos de vecinos lleguen tarde a su trabajo o centro de estudios porque el Cercanías sufre ‘incidencias’ varias veces a la semana.

No podemos normalizar que, a pesar de los esfuerzos municipales, nuestros polígonos se hayan convertido en vertederos ilegales de escombros y todo tipo de residuos.

No podemos normalizar que nuestra ambulancia municipal esté parada en un garaje por falta de personal y que los vecinos tengan que esperar más de 20 minutos a que llegue un vehículo del SUMMA para ser atendidos en caso de urgencia.

No podemos normalizar que mientras aumenta la presión fiscal, nuestras calles y parques estén cada vez más sucios e inseguros.

No podemos normalizar que el Ayuntamiento se gaste más 125.000€ al año en pagar tres “cargos de confianza” mientras que los colegios, el centro de mayores o las bibliotecas no tienen calefacción por falta de fondos. No podemos normalizar que los partidos de la oposición no quieran hablar de esto porque están negociando entre bambalinas que a ellos también se les dé una partida para tener “liberados” además de una 'asignación' para sus grupos políticos.

No podemos normalizar que nuestras instalaciones deportivas sigan abandonadas y sin mantenimiento; no podemos normalizar que los jugadores se lesionen en los campos por su mal estado, que las federaciones nos cierren las canchas o que los equipos tengan que entrenar con linternas porque al cerrarse la tarde no hay luz.

No podemos normalizar que se sigan construyendo nuevos desarrollos urbanísticos en un páramo sin servicios para atender a los nuevos vecinos: sin colegios, sin parques ni equipamientos culturales o deportivos…

Es posible que “lo normal” sea falta de imaginación, de inspiración o de capacidad, pero sin echar mano de superhéroes, Valdemoro necesita salir de la normalidad y demostrar ilusión y creatividad.