
Ha supuesto una inversión de cerca de 5.000 euros, cofinanciada entre el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid. Se suma a la incorporada en enero de 2021.
El Ayuntamiento de San Martín de la Vega ha adquirido una segunda pistola eléctrica paralizante para la Policía Local. El Consistorio suma esta nueva herramienta al equipamiento de sus agentes, después de haber sido uno de los primeros municipios de la Comunidad de Madrid en contar con una Taser, nombre de la marca más popular de este arma por el que ha terminado siendo conocida.
Su compra se ha materializado con una inversión de 4.660,51 euros, cofinanciada entre el Consistorio y la Comunidad de Madrid, a través del Programa de Apoyo a las Policías Locales 2021-2024. La pistola está diseñada, en palabras del concejal de Seguridad, Sergio Neira, “para proporcionar a los agentes una opción de uso de la fuerza menos lesiva en situaciones que requieran controlar a individuos en intervenciones de alto riesgo”.
¿Cómo funcionan las pistolas Taser?
Al presionar el gatillo de las pistolas Taser, se disparan dos dardos que se clavan en el objetivo y provocan su inmovilización mediante la transmisión de pulsos eléctricos de alto voltaje y bajo amperaje. Estos dardos están unidos a la pistola mediante un cable que es el que transmite los pulsos: si el cable se rompe, la pistola deja de transmitir electricidad.
Desde el año 2021, cuando la primera Taser llegó a San Martín, estos dispositivos menos lesivos que las armas de fuego se complementan con una cámara de grabación unipersonal para captar los hechos que puedan ocurrir en las intervenciones en las que se utilicen y ofrecer una mayor garantía a ambas partes.
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