
Sólo ha perdido algo de pintura en la mano de su brazo izquierdo, con la mala fortuna de que es justo la única parte que se conserva de la talla original de 1721.
Valdemoro fue noticia nacional este lunes por la fuerte tormenta que pasó por agua el tercer día de sus fiestas patronales y que sorprendió a los vecinos en la calle cuando disfrutaban de la procesión de su protagonista, el Santísimo Cristo de la Salud. “Ninguna aplicación preveía que cayese esa lluvia, sólo unos chubascos mínimos hasta las nueve. Salimos porque nada aventuraba que fuese a ocurrir lo que pasó”, explica Alberto Rodríguez, el Hermano Mayor de la cofradía con mayor número de fieles de la Comunidad de Madrid, aún recuperándose de un susto al que ha tenido que hacer frente a los pocos días de suceder a Carlos Figueras en el cargo.
Las primeras gotas comenzaron a caer cuando la comitiva pasaba por la plaza de Autos, pero no fue hasta llegar a la altura de la Escuela Comarcal Arzobispo Morcillo (ECAM) cuando se desató el verdadero caos. “Cayó un relámpago. Los voluntarios de la Guardia Civil estaban cantando su himno en ese momento y, cuando llegaron al final de la calle, nos juntamos todos los que pudimos para subir lo más rápido posible el cristo a la ermita. Hicimos un tramo de unos 300 metros en cuestión de un minuto y medio”, rememora el cofrade, agradeciendo la suerte que tuvieron de que nadie se tropezase con las prisas en un momento tan complicado.
Procesión del Cristo de la Salud de Valdemoro pasada por agua. Fuente: desconocida #Valdemoro pic.twitter.com/Ya66yFlWGD
— Letthemlive ð (@BM_MLSB) May 6, 2024
Su esfuerzo en la improvisada carrera hasta la iglesia y en las horas que siguieron al susto, en las que medio centenar de fieles permanecieron en el templo —pasada la medianoche— para desmontar el paso y poner todo a secar a fin de evitar males mayores, fue fundamental para que la imagen quedase prácticamente intacta. “A priori sólo ha perdido algo de pintura en los dedos de la mano del brazo izquierdo, con la mala pata de que es justo la única parte que se conserva de la talla original de 1721. El resto del cuerpo se quemó en la Guerra Civil”, lamenta Rodríguez, consciente de que la situación podría haber sido mucho peor. “También se cayeron algunas espinas postizas de la corona, pero eso no tiene mucha importancia porque no pertenecen como tal a la talla”.
Los alrededor de 2.500 hermanos que conforman la histórica cofradía de Valdemoro celebran ahora el novenario por el Santísimo Cristo de la Salud mientras aguardan la visita del especialista que, el próximo miércoles 15 de mayo, examinará en profundidad la imagen para asegurarse de que los desperfectos no van más allá de lo que se ve a simple vista.
Una imagen que genera una gran devoción
El Santísimo Cristo de la Salud no ha dejado de recibir visitas en los pocos días que han pasado desde que la lluvia, el viento y el granizo lo sorprendiesen en su recorrido por las calles de Valdemoro. “Es una talla que se hizo por gente del pueblo y que genera mucha devoción. Hay personas de toda España, agentes que asistieron al Colegio de Guardias Jóvenes Duque de Ahumada, que visitan la localidad sólo para volver a verla”, explica un emocionado hermano mayor, complacido con todas las muestras de apoyo recibidas tras el susto.
A su juicio, todo el pueblo de Valdemoro —vecinos, Guardia Civil, los diferentes grupos políticos, etc.— ha estado a la altura de las circunstancias y ha contribudo a dejar atrás un suceso que, si para algo ha servido, es para para unir más si cabe a los integrantes de la cofradía encargada de mantener la que siempre ha sido y será su casa, la ermita del Santísimo Cristo de la Salud.
La noche de verbena con Panorama, cancelada
El fenómeno metereológico que nadie esperaba, al que los expertos conocen como reventón húmedo —una corriente de aire descendente muy fuerte asociada a una precipitación brusca—, tambíén afectó a las actividades laicas programadas para cerrar el tercer y penúltimo día de las fiestas patronales. Los vecinos se quedaron sin disfrutar de la orquesta Panorama, que como compartió el alcalde, David Conde, en un vídeo grabado para explicar lo ocurrido, “había generado una gran expectación” y tuvieron que conformarse con esperar al día siguiente y cerrar sus días grandes bailando al ritmo de los temas de su vecino, Edgar Rey, y de la banda tributo a los Hombres G, Voy a pasármelo bien, en la plaza de la Constitución.
Por suerte, no se produjeron daños personales y los materiales se limitaron a la pérdida de la pintura en la mano izquierda de la talla del Santísimo Cristo de la Salud, a la caída de algún árbol y a pequeñas inundaciones en las calles del municipio.
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