¡Vaya humos!

Valdemoro, por su entorno natural, sus parques y sus jardines podría ser una ciudad medioambientalmente saludable. De Las Bolitas al cerro de la Mira, del parque Tierno Galván a los jardines de Miguel Angel Blanco, la naturaleza nos rodea o la tenemos en nuestros barrios para disfrutarla y, desde luego, para respetarla.

Sin embargo… Sin embargo, salimos en el “farolillo rojo” de las ciudades con peor calidad del aire de la Comunidad de Madrid con demasiada frecuencia. Estamos respirando CO2 y emanaciones peligrosas para nuestra salud prácticamente a diario, un asesino silencioso se está colando en nuestros pulmones en forma de humo: monóxido de carbono, partículas sólidas, cloruro de hidrógeno, óxidos de nitrógeno, dióxidos de azufre, dioxinas, mercurio, cadmio y plomo…

Sin duda la presencia de la autovía A-4, atravesando de norte a sur nuestra ciudad y partiéndola en dos tiene su parte en la mala calidad del aire que nos llega, pero no sólo es eso: la irresponsabilidad de permitir la construcción de un horno crematorio en medio de una zona residencial y al lado de varios centros escolares nos va a pasar factura más pronto que tarde.

Por ello no se comprende la actitud de los responsables políticos, mirando hacia otro lado cuando se les menciona el problema. ¿Saben ustedes que España continúa siendo el país europeo con mayor número de hornos crematorios, los cuales permiten realizar 1.856 incineraciones en un solo día, frente a la demanda actual de 510 incineraciones diarias? Pero no se preocupen porque en Valdemoro ya sabemos cómo aumentar la demanda: no se construyen nichos ni sepulturas y “el muerto al horno y el vivo al bollo”.

Pero no todo han de ser coches por la autovía y hornos sospechosos, la pobre y triste celebración de la Semana de la Movilidad ha desatado la ira de los vecinos: resulta que el Ayuntamiento estacionó dos autobuses en el mercadillo para mostrar las ventajas del Gas Natural Comprimido. Y a los valdemoreños sólo se les ocurre recordar que el transporte público en Valdemoro hace ya mucho tiempo que no cubre las necesidades de los viajeros y, claro, muchos se ven obligados a utilizar el vehículo privado para desplazarse a sus trabajos o centros de estudio. Vamos, que los autobuses tan modernos que pusieron de exhibición eran muy bonitos, pero que lo que de verdad necesitamos es un transporte público digno y eficiente, que eso también quita mucha contaminación.

Por no hablar de carriles y aparcamientos para bicis y VMP o implantar, antes de que nos multen, la Zona de Bajas Emisiones a la que nos obliga la normativa europea; en definitiva, Valdemoro necesita un Plan de Movilidad Sostenible realista y honesto. Menos ‘greenwashing’ y más respeto por el vecino.

Y, cómo no, hagamos nosotros mismos un pequeño esfuerzo por eliminar los malos humos de nuestras vidas. ¿Se han fijado en las docenas de ‘colillas’ que hay en las aceras, frente a los colegios o en los parques infantiles? Ya saben: “Un poquito de por favor”.