Patricia, mejor nota de Ciempozuelos en la EvAU: “Paré un ensayo de Voces para la Convivencia para ver los resultados”

Mantener un ritmo de estudio parecido al de los cursos anteriores, dedicar los fines de semana a descansar y pasar tiempo con los amigos, dar clases particulares de guitarra y cantar en el mejor coro de Educación Secundaria de España. Esta es la receta que ha seguido Patricia Díez (Ciempozuelos, 2005) para obtener la calificación más alta de la localidad en la Evaluación para el Acceso a la Universidad (EvAU), un 13,02 sobre 14. 

Ser la mejor en Ciempozuelos, por notable que sea el logro, puede no ser suficiente. Por el momento, la estudiante del Francisco Umbral es la cuarta en la lista de espera de la carrera de sus sueños: el Doble Grado en Química y Bioquímica de la Universidad Complutense, cuyo corte se quedó el año pasado en un 13,263. “Mientras tanto me he matriculado en Bioquímica en la Universidad Autónoma, que era mi segunda opción”, explica, segura de querer continuar profundizando en una rama del conocimiento por la que se ha empezado a interesar en las aulas del instituto de la Avenida de la Hispanidad.

La decisión que tomó a la hora de escoger el tema del proyecto de investigación que tenía la obligación de presentar como alumna del Bachillerato de Excelencia ya fue una premonición de su futuro formativo y profesional. Patricia investigó los procesos de elaboración de ciertos fármacos como la aspirina, animada por su profesora Geles. “Fue idea suya. Yo sabía que quería hacer algo relacionado con la asignatura de Química porque era mi favorita”, comenta la joven, que, como Adrián Ramírez en 2022 —nota más alta de Ciempozuelos el curso pasado—, se deshace en halagos a la hora de hablar de la docente. “Todos mis profesores han sido muy buenos conmigo en estos dos años, pero quiero destacar su gran implicación”.

Un examen de Química de diez

Con el curso terminado y la EvAU como única preocupación en su camino, la estudiante dedicó la mayoría del tiempo del que disponía a estudiar Historia, asignatura con la que se ponía nada más levantarse para aprovechar su buen rendimiento por las mañanas. Las tardes, en las que ya acusaba el cansancio, las reservaba a ejercicios prácticos como problemas de Matemáticas o análisis sintácticos.

La recompensa del empujón final fue conseguir que todas sus calificaciones superasen el umbral del 7,75, alcanzando la perfección en el examen de Química. “Hice cuatro específicas para tener más oportunidades. A mí me salieron muy bien Inglés y Lengua, por ejemplo, pero me molesta que exista la posibilidad de que te quedes fuera de una carrera como Bioquímica por no conocer al dedillo el reinado de Alfonso III o no tener buen nivel de un idioma”, defiende la joven de Ciempozuelos, que dedicará su verano a viajar y a ser monitora en los campamentos a los que acudió en su infancia. 

El adiós a Voces para la Convivencia

La futura universitaria no sólo dejará huella en el Instituto Francisco Umbral por su buen expediente académico, sino también por haber formado parte durante los últimos cuatro años de Voces para la Convivencia, una familia musical a la que dirá adiós con su entrada en la facultad ante la dificultad de compaginar los horarios de las clases con los ensayos. 

Patricia cerrará su etapa en la coral, creada hace 15 años por Alfonso Elorriaga, como componente del mejor coro de Educación Secundaria de España y ganador por quinto año consecutivo de la categoría de excelencia del certamen regional. “Era algo que no nos esperábamos. Me da pena no seguir en el Coro Joven, pero aprovecharé para centrarme en practicar más deportes”, sostiene la estudiante, que siempre atesorará la anécdota de haberle pedido a su director que parase un ensayo para consultar las notas de la EvAU.