"La Bestia de Parla" aterroriza a trabajadores y presos de la cárcel de Valdemoro

Galphon G. T., conocido como “La Bestia de Parla”, entró hace menos de dos semanas en el centro penitenciario de Valdemoro, donde ya ha pasado por cuatro módulos, incluido el de aislamiento en el que actualmente espera su traslado de prisión. El congoleño de apenas 30 años de edad fue enviado a la cárcel de forma provisional tras varios arrestos consecutivos, la mayoría de ellos en el municipio en el que residía. 

Las agresiones eran en su mayoría a vecinos y a policías de la localidad, que habitualmente subía sin reparos a su cuenta en la red social TikTok, o relataba en sus entrevistas a medios de comunicación. Alguna de las detenciones se dieron casi de forma consecutiva, con dos días de diferencia, y así fue enlazando las últimas cinco en cuestión de muy poco tiempo, hasta que el juez lo envió a prisión provisional. 

Según ha informado ABC, el joven ingresó a principios de este mes en el módulo 7 de la cárcel de Valdemoro. Allí no tardó mucho en montar un escándalo en el comedor y enfrentarse a un funcionario, al grito de “¡No me toques, que soy la Bestia de Parla!”. 

Desde ese momento no ha dejado de dar problemas. Ha agredido a otros empleados de la cárcel, le ha estampado una silla en la cabeza al jefe de servicio, le dio una paliza a su primer compañero de celda, destrozó un colchón, se ha paseado desnudo por el patio, se pone a cantar de madrugada sin dejar dormir a los otros presos… En este tiempo ha pasado por los módulos 7, 8 y 9. Los dos últimos son los considerados “más conflictivos” de la cárcel —en el noveno se encontraban “El Piojo” y su hermano Miguel Ángel, “El Negro”, conocidos por fugarse hace dos años del centro—, algo que no ha sido suficiente para el delincuente de Parla. 

El director de la cárcel no ha tenido más opción que mandarlo a aislamiento, al amenazar de muerte a todo aquel con el que se cruza. La junta de tratamiento ha solicitado a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias que se le catalogue dentro del régimen de primer grado, algo poco habitual para las personas en prisión preventiva, a las que se suele aplicar el segundo grado, menos restrictivo. 

Desde el sindicato CSIF Prisiones Valdemoro, lamentan el “verdadero pánico” que el congoleño ha generado en los funcionarios y en los presos, “que no toleran la presencia de una persona así, inadaptada a una convivencia normal”. La idea es que el joven sea trasladado a otra prisión del sur.