Pinto despide por todo lo alto sus primeras fiestas patronales pospandemia

Con el espectáculo piromusical del domingo, Pinto ha dicho “hasta el año que viene” a las Fiestas Patronales de la Virgen de la Asunción, las primeras después de la pandemia. Los pinteños han mostrado su ilusión por todas las celebraciones de estos días, dejando claro a ZIGZAG que estos seis días han cumplido con creces sus expectativas.

Grison Beatbox fue el encargado de dar el pistoletazo de salida a las fiestas con el pregón del martes 9 de agosto, que tuvo lugar en la plaza de la Constitución del municipio. El cómico aprovechó para hacer una demostración de beatbox delante de los vecinos que se reunieron en la plaza. “El pregón estuvo muy bien. Grison es el mejor”, declara una joven que no quiso perderse a Grison. “Mi hija se hizo fotos con Grison y todo y me contó que se lo pasaron muy bien”, expresa otra.

Durante estos días, el municipio ha contado con fiestas para todas las edades y gustos. Así, el miércoles y jueves de la semana pasada, la entrada a la piscina municipal era gratuita con motivo de la “Pool Party”, una fiesta con colchonetas hinchables, clases de aquazumba, barra libre caribeña con fruta y mucha música. “Veníamos a pasar el día aquí y nos hemos enterado de que había fiesta en la piscina”, contaba un visitante que vino a Pinto desde Leganés.

El viernes 12 de agosto fue el día señalado para los más veteranos del municipio, que tuvieron su fiesta particular en el parque del Egido. Una mañana de chocolate con churros y bingo dieron paso a la tradicional paella del mediodía, un plato muy aplaudido por los vecinos que se acercaron. “Está buenísima, además lleva bastantes cosas”, opinaba una vecina que no faltó a la cita acompañada de su nieto.

Los conciertos también han conquistado a los pinteños, que no dudaron en llenar las gradas para no perderse el directo de Pastora Soler, Antonio José, Víctor Manuel o Toreros con Chanclas. La Policía Local del municipio ha comunicado que el aforo del auditorio estaba prácticamente completo para el de Antonio José o el de Pastora Soler. Para muchos vecinos, los artistas invitados han supuesto el punto fuerte de estas fiestas: “Yo pensaba que el concierto de Víctor Manuel no iba a estar tan bien porque ya es mayor, pero me encantó”, reconocía una vecina que acudió a la fiesta de la piscina municipal.

El servicio especial de autobuses o el camión de aseos públicos en el recinto municipal – por este último, el Ayuntamiento se ha desembolsado 53.000 euros – han sido muy bien recibidos por los pinteños.

Pese a la gran afluencia de vecinos y visitantes de estos días, los Puntos Violeta y Arcoíris solamente han tenido que intervenir en dos agresiones que actualmente están siendo gestionadas por las autoridades, tal y como ha apuntado Guillermo, técnico de Servicios Sociales en el Ayuntamiento de Pinto que se encontraba al frente del Punto Seguro de las fiestas.

Los pinteños sugieren cambios para las próximas fiestas

Aunque en su mayoría los vecinos de Pinto se han mostrado satisfechos con los primeros festejos pospandemia, también han querido compartir sus sugerencias para las fiestas del año que viene. “Yo echo de menos que haya más peñas y más ambiente de fiestas”, lamenta una vecina. “La piscina se podría dejar abierta por la noche para los jóvenes con música y DJ”, propone una joven.

“Por ejemplo, que no nos tengan en la cola de los conciertos una hora cuando pueden abrir las puertas y que la gente vaya entrando poco a poco y se vaya sentando”, considera una vecina que asegura que tuvo que esperar casi dos horas de pie para entrar al concierto de Víctor Manuel.

El precio de las atracciones de la feria ha generado un desencanto popular entre los pinteños: “Es que cuatro euros por atracción es un sablazo”, expresa un joven. Por último, la ausencia de espectáculos taurinos también ha dividido a los pinteños: mientras que algunos aplauden esta decisión – “Se puede disfrutar de las fiestas sin hacer sufrir a los animales”, dicen unos – otros, sin embargo, echan de menos las corridas.

También hay quienes no cambiarían nada en absoluto y repetirían estas fiestas en bucle, impacientes por esperar un año entero a que Pinto se vuelva a vestir de feria, conciertos, música y comidas en la calle.