Con Aserpinto nos iba mejor

Filomena ha vuelto a poner de manifiesto que en Pinto es urgente contratar a más policías (¡tenemos 20 agentes menos que hace 15 años!),  que PIMER-Protección Civil es un servicio esencial, que falta formación específica en materia de inclemencias meteorológicas entre nuestro personal, que nuestro ayuntamiento carece de planes obligatorios de actuación y que el estado de nuestro arbolado (como resultado de plantar especies y realizar podas inadecuadas) es alarmante. No ha sido sólo la nevada. Ya en 2020 lamentamos los daños terribles de cientos de árboles y del olmo tricentenario de la ermita del Cristo por fuertes vientos. ¿A qué esperan?

Una ciudad como Pinto no puede permitirse el estancamiento y la mediocridad como rutina. Los ciudadanos de Pinto han reaccionado siempre de forma ejemplar, siendo testigos del deterioro constante de sus calles y jardines.  Y es aquí donde los servicios de limpieza viaria, jardinería y recogida de basuras dominan el debate público. Todos los ayuntamientos del conocido como "cinturón rojo" del sur de Madrid, gobernados en diferentes mandatos por gobiernos del PSOE, IU o confluencias de Podemos (Parla, Fuenlabrada, Leganés, Móstoles, Alcorcón) tienen privatizados estos servicios. Sin embargo en Pinto tuvimos un modelo de gestión pública a través de la empresa municipal ASERPINTO que nos recuerda los mejores años que ha vivido nuestra ciudad. Calidad que no sólo era beneficiosa para nuestras calles y jardines sino que además servía para controlar recursos y capital propios.

La privatización de estos servicios en Pinto ha sido un  fracaso visible, palpable y reconocido por casi todos y lo coherente es retornar al modelo que mejores resultados arrojó a través de ASERPINTO, huyendo de clientelismos y otros errores del pasado que tanto lastraron su imagen y la de sus trabajadores. Asumir la explotación de los gimnasios municipales debería ser un primer paso y una contundente declaración de intenciones, así como una reparación del inmenso e injusto daño causado a los anteriores trabajadores. Del mismo modo, urge que desde la empresa se amplíen servicios que sirvan de plataforma y apoyo a nuestros comercios y empresas. El discurso del gobierno municipal del "no tenemos competencia en comercio" es todo un insulto desde el mismo momento en el que existe una concejalía de comercio. 

Estas conclusiones son compartidas, o eso creo, por una mayoría amplia y creciente de pinteños que no necesitan sentir la nieve hasta el cuello para reconocer que merecen mejores servicios públicos y un mayor cuidado de nuestras calles y jardines, acorde a lo que pagan de impuestos. Esto no va de izquierdas, derechas, estos o aquellos. Simplemente, con ASERPINTO nos iba mejor, ¿o no?