La imprescindible red de seguridad

ZIGZAGdigital.com publica el reportaje ‘La nueva anormalidad: caer de golpe en la pobreza’, una completa radiografía del tremendo calado que ha tenido y sigue teniendo la crisis del coronavirus. Centrados en los últimos meses, cómo no, en las cifras de fallecimientos, el panorama social que está dejando esta pandemia es también completamente desgarrador.

La conversación con entidades sociales y responsables políticos que han estado en contacto ‘piel con piel’ con los afectados evidencia que lo peor de esta crisis, al menos en el plano económico y social, está lejos de revelar su verdadera cara. La dramática situación a la que han de enfrentarse miles de familias exige una respuesta contundente por parte de las administraciones, muchas veces amparadas por ONG que hoy se encuentran totalmente desbordadas.

Esta crisis, como la que se inició en 2008, ha golpeado de forma generaliza a toda la sociedad, llevando a situaciones límite a muchas familias que de forma inesperada se ven ahora necesitadas de la más mínima ayuda. Es por ello que el apoyo económico no debe reforzarse solo en este último tramo sino que ha de intentar prevenir estas situaciones, implicando también al tejido asociativo y deportivo que tanto ayuda a romper la brecha social.

Si hay algo positivo que se puede extraer de esta situación, es que ha quedado demostrado que la sociedad española no está falta de héroes. Si al principio de esta pandemia todos los aplausos estaban dirigidos al personal sanitario, es obligatorio reconocer una vez más la encomiable labor que realiza todo el personal de servicios sociales. Una labor sin horario y con un importante desgaste emocional que, lejos de resentirse, se ha incrementado en este periodo.

Las numerosas muestras de solidaridad que ha recibido desde su puesta en marcha el Banco de Alimentos de Pinto o la labor que llevan a cabo Cáritas, Cruz Roja y el Centro San Juan de Dios, entre otros muchos, renuevan la esperanza de que, por supuesto, hay luz al final del túnel.