El Gobierno aseguró que había preparado un método de reparto alternativo porque en los municipios en los que se habían buzoneado las mascarillas "desaparecían de los buzones", como ha acabado ocurriendo en Pinto.
El esperado reparto de las mascarillas compradas por el Ayuntamiento de Pinto para proteger a los vecinos frente al coronavirus ha resultado insatisfactorio. El Gobierno ha buzoneado paquetes de cinco unidades por vivienda, aunque algunos han llegado abiertos y con menos mascarillas de las comprometidas. En los peores casos los paquetes han sido sustraídos de los buzones, un riesgo del que reconoció ser consciente el propio alcalde el 30 de abril y ante el que dijo haber tomado medidas.
Del dicho al hecho
Ese día el socialista Diego Ortiz dio a conocer en rueda de prensa la compra de 150.000 mascarillas quirúrgicas para repartir entre los vecinos y otras 3.000 FFP2 para los trabajadores municipales. De las 150.000 mascarillas anunciadas se han repartido finalmente 108.000 mientras que las 42.000 restantes, explican desde el Ejecutivo, se almacenarán como remanente para cuando sean necesarias.
“Estamos ultimando los últimos detalles, sobre todo con el tema del reparto –explicó el regidor en aquella rueda de prensa-. Como saben otros municipios, es cierto, han empezado antes que nosotros, pero saben también que había muchos problemas con el material sanitario porque había partidas defectuosas, no llegaban desde China…”. El pedido, adquirido a una empresa china a través de un intermediario español por 69.540 euros, se retrasó mes y medio hasta llegar por completo a Pinto.
Por aquel entonces la mayor parte de las localidades del entorno habían repartido ya mascarillas entre los vecinos. “Hemos preferido ser cautos y tomar aunque sea un poco más tarde esta decisión pero ir con seguridad y con firmeza a la hora de la compra de este material”, defendió el alcalde.
Una de las razones para demorar la compra había sido concretar una forma de reparto porque “como saben en muchos municipios se ha buzoneado y eso ha supuesto que muchos vecinos de las ciudades no pudieran tenerlas porque desaparecían de los buzones, y lo que estamos garantizando y ultimando es ese reparto del que en próximas semanas, la semana que viene, daremos más información”.
Sin embargo no fue hasta el inicio del reparto, el pasado 19 de junio, cuando se conoció que las mascarillas serían buzoneadas, el mismo método que el propio Diego Ortiz había descartado mes y medio antes. A pesar de ello, el Gobierno aseguró que el cambio de criterio se había producido “tras estudiar distintas alternativas y en aras de una mayor seguridad y eficiencia”.
Ciertamente el buzoneo ha sido un método que ha acabado siendo descartado por el riesgo de robo. La Comunidad de Madrid, por ejemplo, optó por entregar las mascarillas desde las farmacias de la región. En otras localidades como Ciempozuelos los vecinos pudieron recogerlas directamente en el Ayuntamiento, aunque también podían ser entregadas en mano. En San Martín de la Vega, por su parte, se hicieron llegar casa por casa a través de Protección Civil.
Respuesta
Desde el Gobierno lamentan todos los problemas acaecidos aunque dicen haber constatado que Correos, encargada del reparto, ha hecho entrega de los paquetes de mascarillas en las 21.600 viviendas seleccionadas del municipio. “Desconocemos, por tanto, qué haya podido pasar con los paquetes una vez depositados en el buzón”, justifican fuentes municipales.
En cuanto al empaquetado de las mascarillas, el PSOE dice “entender” que se hayan podido producir errores aunque afirma que han presentado una queja formal ante Correos, que también ha sido la empresa encargada de esta tarea.















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