La cuarentena escolar por el coronavirus llena los parques de Pinto de niños y abuelos

Hoy Pinto se ha despertado mucho más silencioso de lo que es habitual. No había nadie aparcando en doble fila a la puerta de los centros escolares, no se escuchaban las risas y llantos de los niños entrando a las aulas, ni el timbre del colegio que indica que se cierra la puerta. Desde hoy y hasta dentro de 15 días, guarderías, colegios, institutos y universidades mantienen sus puertas cerradas a todo el alumnado de la Comunidad de Madrid y en esta primera jornada los abuelos y abuelas han sido protagonistas.

"Cuarentena en el cole, pues los niños al parque" era una de las frases que se escuchaban en el parque del Egido a media mañana, cuando este pequeño pulmón pinteño ha comenzado a llenarse de mayores con nietos. A pesar de las restricciones anunciadas por la Consejería de Sanidad, los 25 grados de máxima que se han alcanzado hoy en la localidad, invitaban a salir a la calle. "Es imposible mantenerlos todo el día en casa", sostiene Pilar, con dos nietos de 2 y 4 años a su cargo desde hoy. 

En estas dos semanas, los más pequeños tienen deberes 'on line' que los propios maestros, que sí continúan yendo a las aulas, envían diariamente, pero no les ocupan todo el día y los mayores no se sienten con fuerzas como para discutirles una hora de parque. "Este primer día lo hemos podido organizar bien, pero no sé como lo vamos a hacer durante toda la cuarentena", admite Martina, madre de dos niños, preocupada. 

Teletrabajo | Algunas de las soluciones adoptadas por padres y madres pasan por cogerse la baja, vacaciones adelantadas o reducir jornada, aunque la mayoría han optado por los abuelos. "Tampoco tiene mucho sentido que les dejemos con los abuelos, ya que son la población de riesgo, pero no tenemos otra opción", explica Carmen, otra de las madres con niños hoy en el Egido. El teletrabajo no es válido para todas las profesiones, y la mayoría ven grandes complicaciones en esta orden directa de abandonar las aulas. "Tampoco podemos estar pagando a alguien que se quede con ellos todo el día", señala Pilar. 

Para los niños, estos días sin clase son casi días de fiesta y aprovechan para salir en bici, jugar con el balón o montarse en los columpios. Siguen estando juntos, pero en un espacio más abierto. "Realmente están con los amiguitos del cole aquí también, claro", reconoce Pilar.

A pesar de haberse conocido hoy el primer fallecimiento en la localidad por coronavirus, los mayores no parecían estar más preocupados de lo habitual y algunos se mostraban incluso escépticos. "Yo creo que todo esto se está exagerando mucho, y la cuarentena escolar no creo que vaya a solucionar nada, porque en 15 días el virus sigue vivo y por ahí", sostenía Esteban mirando a sus dos nietos jugar a baloncesto. Lionisio, que ha llevado a su nieta de la mano al parque, asegura por su parte que la única medida que están tomando "es la de siempre: lavarse las manos al subir del parque". 

Tíos que hoy son padres, primos universitarios convertidos en canguros y carteles de "se ofrece niñera" a la puerta de los centros escolares, son solo algunas de las estampas que ha dejado esta primera jornada sin clases por el coronavirus.