Tienes activado un bloqueador de publicidad

Intentamos presentarte publicidad respectuosa con el lector, que además ayuda a mantener este medio de comunicación y ofrecerte información de calidad.

Por eso te pedimos que nos apoyes y desactives el bloqueador de anuncios. Gracias.

Continuar...

Fernando Ferro

¿Es necesario ser tan ignorante para ser carca?

Lunes, 27 de Enero de 2020 Tiempo de lectura:

Casi toda persona de orden cree saber que pensar es de rojos y leer es de maricas. Estas verdades universales que dan coherencia a la carcunda española, se vieron confirmadas recientemente en un acto público en Pinto cuando dos de los partidos, que forman los gobiernos trifachitos a la menor ocasión, decidieron abandonarlo porque sonaron los acordes de la Internacional. Se recordaba a los cinco abogados laboralistas del despacho de la Calle Atocha de Madrid asesinados el 24 de enero de 1977 por una banda de fascistas, entonces denominados Fuerza Nueva y fácilmente asimilables a los actuales pseudopatriotas  del pin parental, amparados por el aparato del estado franquista que les permitió la huida, tras el esperpento de juicio al que fueron sometidos.

 

El argumento, de los que huyeron del acto de reconocimiento a gentes tan generosas con los humildes y víctimas del terrorismo de extrema derecha, fue que en un acto institucional no debía sonar el himno de un partido político, en concreto el del Partido Comunista. Asociar la Internacional exclusivamente con el Partido Comunista es tan obvio como incorrecto, viene a ser como afirmar que el Sol gira alrededor de la Tierra, parece ser así con una apreciación superficial de los hechos, pero es radicalmente falso. La Internacional fue compuesta por Eugene Pottier en 1871, exactamente cincuenta años antes de la fundación del Partido Comunista de España, y se le puso música en 1892. Con ella se identificaban los trabajadores asociados a la II Internacional, principalmente anarquistas y socialistas, de diferentes corrientes de pensamiento. Pasado el tiempo y con múltiples adaptaciones, se ha convertido en el himno universal de los que pretender cambiar este injusto mundo, desigual y profundamente arbitrario por otro en el que prime la razón,  la solidaridad, la libertad y la igualdad.

 

Pensar y leer ayuda a todo el mundo a ser más tolerante y respetuoso, probablemente también a los reaccionarios.

Ver comentarios (2)
Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.157

Quizás también te interese...

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.