Hay momentos y situaciones que definen a las personas. La reacción ante un problema puede convertir un error en un acierto pero también hacer de un hecho puntual y fortuito una auténtica montaña. Es lo que ha ocurrido en San Martín de la Vega con el sorteo de un viaje para dos personas a Disneyland del concurso del comercio local organizado por el Ayuntamiento, del que ha resultado ganador el alcalde Rafael Martínez.
Parece muy poco probable que el alcalde, con un sueldo de 44.677,92 euros brutos al año, haya querido alterar el resultado del sorteo, que fue público y totalmente aleatorio. Martínez ha defendido que siempre ha participado en este tipo de concursos y que volverá a hacerlo, y aunque ha anunciado que acepta el premio no ha aclarado si lo disfrutará personalmente. “No voy a permitir que nadie me dé clases de moralidad, educación y saber estar”, ha dicho.
Una postura polémica, básicamente porque Rafael Martínez no es un vecino cualquiera desde el momento en el que es elegido alcalde. Pero también porque él, como máximo representante del Ayuntamiento de San Martín de la Vega, es parte fundamental de la organización del concurso por lo que su participación es más que cuestionable. ¿Se imaginan al presidente de la ONCE ganando uno de los millonarios premios de la organización?
De haber renunciado y vuelto a celebrar el sorteo, el alcalde habría dado un ejemplo de humildad y habría permitido que otra familia más necesitada pudiese disfrutar del premio. Una cuestión, por cierto, nada baladí en un municipio cuya renta disponible no supera los 20.000 euros. En cambio, su decisión y su tosca respuesta en redes sociales han hecho que muchos vecinos se pregunten si el concurso se ha celebrado con todas las garantías legales. Y, lo peor de todo, ha ensombrecido una iniciativa dirigida a potenciar el comercio local.
La gestión del PSOE de Rafael Martínez en estos cinco años ha sido buena por lo general en un ayuntamiento con una situación económica tan complicada, opinión respaldada mayoritariamente por los vecinos que otorgaron mayoría absoluta al partido en las municipales de mayo. Decisiones como estas pueden hacer de menos su trabajo porque, parafraseando al político y militar romano Julio César, el alcalde no solo debe ser honrado, sino parecerlo.
Gorka | Viernes, 10 de Enero de 2020 a las 19:57:28 horas
El problema con este personaje es que una cosa es la cara que da a pueblo, sobre todo en redes sociales y como es realmente. Es muy prepotente y no tiene ninguna piedad con quien le hace ver sus errores. Sólo hay que leer su frase “No voy a permitir que nadie me dé clases de moralidad, educación y saber estar” Como si fuera infalible. En realidad es muy mediocre, pero la oposición en San Martín aun lo es más.
Accede para votar (0) (0) Accede para responder