Verlas venir | Menos lobos…

Publicaba ayer Zigzag que “el nuevo equipo de gobierno [pinteño] del PSOE” comunicó en  rueda de prensa que invertiría alrededor de 45.000 euros en la programación de las fiestas navideñas. Un mes antes, Zigzag se hacía eco de la pretensión del mismo gobierno de conseguir “como mínimo” un patrocinio de 85.000 € del sector privado para poder llevar a cabo diversas actividades durante estas fiestas. Pero la realidad se ha dado de bruces con las expectativas económicas del Ejecutivo, ya que el “mínimo” patrocinio planificado de 85.000 euros se ha quedado en menos de 15.000 euros y, por tanto, algunas de las actividades anunciadas no se podrán llevar a cabo en estas navidades.

Cuando hace un mes el Ayuntamiento comunicó que “esperaba recaudar casi 100.000 € de patrocinios para las fiestas de navidad”, me pareció que no lo conseguiría y no entendía por qué pretendían vender una moto que nadie iba a comprar.  Ahora, la ostentosa disparidad entre la cantidad planificada y la realmente conseguida deja entrever que en este asunto el Gobierno pinteño no tenía los pies en el suelo, quizás porque es “nuevo” como dice la noticia de Zigzag, aunque a mí me parece que después de seis meses gobernando, el adjetivo “nuevo” no es el más adecuado para calificar a una acción de gobierno.

Aplausos a empresas como Pincasa o Redpiso  que aportan recursos económicos para poder mejorar la iluminación y programación de las fiestas navideñas, que es algo que corresponde al sector público que para eso y otras cosas cobra impuestos a los ciudadanos y a las empresas, pero un gobierno no puede/no debe depender de patrocinios privados para hacer efectiva su acción de gobierno. El siguiente paso sería externalizar todas las actividades de un Ayuntamiento haciendo irreconocible su función pública.    

Así que le podríamos aplicar al Gobierno pinteño el dicho ‘menos lobos, Caperucita’, expresión que se utiliza cuando alguien exagera o promete algo de difícil cumplimiento. Aunque el origen de la expresión ‘menos lobos, Caperucita’, en realidad no tiene nada que ver con Caperucita sino con un guardia de un cortijo sevillano apodado ‘tío Pinto’. Este personaje alardeaba en una taberna de haber espantado a un centenar de lobos, como los presentes no daban credibilidad a su historia, el ‘tío Pinto’ fue rebajando la cifra a 50, 25, 10… a medida que le decían sus paisanos “ya serán menos lobos, tío Pinto”, hasta que al fin confesó que sólo había distinguido con claridad a uno, y además de lejos.