Proponen reducir la superficie de la misma para evitar "consumir todo el suelo rústico del municipio"
El grupo EQUO Pinto ha querido mostrar sus reticencias en cuanto al macroproyecto de planta fotovoltaica en la localidad. A pesar de entender que esta iniciativa tiene aspectos positivos desde el punto de vista energético y de mitigación del cambio climático, alertan de que ha de tenerse también en cuenta que este proyecto ocuparía más de 8 millones de metros cuadrados de terreno rústico, "más del doble de la superficie actual de la zona residencial de Pinto y la práctica totalidad del terreno no urbanizable disponible en el municipio".
El modelo energético que promueve EQUO está basado fundamentalmente en instalaciones renovables de autoconsumo y generación distribuida en viviendas e instalaciones industriales o agrarias de de propiedad pública, cooperativa o ciudadana. Sin embargo, afirman ser conscientes de que la situación de emergencia climática en que nos encontramos, "hace que en muy pocos años tengamos que prescindir de los combustibles fósiles y dotarnos de un sistema eléctrico renovable, lo que nos obliga a aceptar plantas fotovoltaicas y eólicas de gran tamaño".
Reducción de dimensiones y reforestación | La propuesta de EQUO radica en reducir la superficie afectada para evitar que se consuma todo el suelo rústico del municipio y aumentar a su vez la plantación de vegetación en zonas de su perímetro para minimizar el impacto paisajístico de la instalación. Desde el grupo urgen también a que se realicen las pertinentes evaluaciones de impacto ambiental "con seriedad y participación ciudadana, y teniendo en cuenta que muchas de las especies que ahora habitan esta área se desplazaron desde las zonas protegidas debido a la presión que ejerce sobre ellas la caza y la actividad del vertedero de la Mancomunidad del Sur."
Dese el grupo ecologista aseguran que defenderán siempre la generación de energías limpias "pero no a cualquier precio". EQUO señala que Pinto ya ha sufrido las consecuencias de otras grandes infraestructuras, como el actual vertedero manomunado, las numerosas depuradoras de la zona o la planta de secado de lodos de Torrecilla. Lamentan que siempre se acabe "perjudicando la calidad de vida de los mismos" y señalan, tal y como también se hizo desde Ecologistas en Acción, que este proyecto podría afectar a las especies protegidas, como el aguilucho cenizo, el cernícalo primilla o el sisón que habitan la zona.
En estos momentos, señalan desde el grupo ecologista, Madrid es "un gran sumidero energético que produce muy poca energía eléctrica -apenas un 4,4% de la demanda- por lo que la instalación de esta planta de energía renovable en la región es muy positivo para la racionalidad y sostenibilidad energética de Madrid". Por lo que EQUO puntualiza que no se oponen frontalmente al proyecto, sino "a la manera en la que podría ejecutarse el mismo".
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