Trece años después, España ha vuelto a conseguir el oro mundial del baloncesto. En 2006 fue en Japón, ahora en Pekín (china) en la misma cancha en la que logró la plata en las olimpiadas de 2008 poniéndole las cosas muy difíciles a un EE.UU plagado de estrellas de la NBA.
Se esperaba que España llegase a cuartos y sería un éxito si se clasificaba para las semifinales y con ello conseguir plaza directa para los próximos juegos olímpicos de Japón. Pero alcanzó la final y en ésta pasó por encima de una gran selección como fue Argentina, a la que España difuminó y superó en todos los sentidos (95-75 al final).
Ha sido la victoria del conjunto, porque ellos sí creían en sus posibilidades, como había dicho una y otra vez Ricky Rubio desde los primeros partidos de preparación. Y en un conjunto con varias piezas sobresalientes (Rudy Fernández, Sergio Llull, Willy y Juancho Hernangómez, Pau Ribas, Víctor Claver, Pierre Oriola…), destacaron de forma especial los dos líderes de la selección, Ricky Rubio, elegido mejor jugador del mundial, y Marc Gasol, ambos jugadores seleccionados en el cinco ideal del mundial. Todos ellos dirigidos por un extraordinario Sergio Scariolo, también pieza fundamental del éxito al convertir a un equipo en un equipazo.
Esta medalla alarga la leyenda del baloncesto nacional, que en los últimos 13 grandes torneos de selecciones (mundiales, europeos y olimpiadas) ha conseguido 11 medallas (5 oros, 3 platas y 3 bronces). Otra gesta del deporte español que se une a la protagonizada por Nadal la semana pasada.
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