Gobernando, ma non troppo

El nuevo gobierno de Pinto apuró hasta el último día (15 de julio) el plazo legal para celebrar un Pleno protocolario en el que los grupos políticos nombraron a sus portavoces titulares y adjuntos, a los miembros de las comisiones  y mesas de contratación y definieron la periodicidad de las sesiones plenarias. Cuestiones todas ellas de trámite que se podrían haber tomado perfectamente una semana después del pleno de constitución de los nuevos ayuntamientos (15 de junio).

También es extraña la tardanza del gobierno de Ortiz en proponer el gasto destinado a los órganos de gobierno, oposición y funcionarios de empleo (concejales liberados, dietas y cargos de confianza). Más de un mes después de la toma de posesión, el gobierno ni siquiera ha propuesto públicamente nada en este sentido.

Es de esperar que esta parsimonia no sea el preludio de la forma de actuar futura del nuevo gobierno pinteño. Pero resulta inquietante que se haya apurado el plazo legal hasta el límite para dar cumplimiento a un trámite que los demás ayuntamientos de nuestro entorno facturaron con bastante antelación.

La única medida novedosa y plausible en ese Pleno es la propuesta del gobierno de que a las comisiones vaya sólo un representante de cada partido con voto ponderado, y no varios como ha ocurrido hasta ahora. Se ahorra así el Ayuntamiento tener que pagar dietas a varios concejales de un mismo partido por hacer lo mismo. Sabido es que el voto y las propuestas de los concejales de un partido son unánimes y no plurales, por eso es plausible, desde el punto de vista de evitar gastos innecesarios, que cada partido tenga un solo miembro en las comisiones con voto ponderado, es decir, que su voto valga tanto como el número de concejales que tiene su partido en la Corporación.

Unidas Pinto (UP) ha criticado esta propuesta del PSOE y plantea que sean dos sus representantes. Y lo argumenta así: Que vayan dos concejales del mismo grupo, dice UP, “facilitaría, recién estrenado el mandato, la participación de los concejales sin experiencia, ya que podrían ser acompañados por un compañero conocedor del funcionamiento de las comisiones”. O sea, que UP admite abiertamente que hay concejales que no están preparados para representar con competencia a los ciudadanos y pide tiempo para que sean formados mientras desempeñan el papel para el que no tienen formación.

Desde luego que lo que dice UP se da y se ha dado muchas veces en el Ayuntamiento de Pinto, pero lo que procede es que la formación de los concejales en las respectivas áreas se haga antes de empezar a ejercer sus funciones y no después. La propuesta de UP llevada a cualquier otra actividad laboral sería hilarante: “Mire, yo no sé cocinar, pero usted contráteme y durante unos meses observo cómo lo hace su cocinero y así voy aprendiendo…”.   

En cuanto al PP, ha criticado la propuesta del Gobierno por “seguir sin respetar el principio de proporcionalidad”, lo que no es cierto, puesto que el voto del representante de cada grupo político en las comisiones es ponderado, es decir, ese voto respeta la proporcionalidad, precisamente lo contrario a lo que dice el PP.  

Así que si el PSOE ha comenzado gobernado ‘ma non troppo’ (digamos con parsimonia), la oposición responde con propuestas insólitas o falaces. Esperemos que esto se enderece y no tome el camino de un nuevo carajal.