New Shrine
Keshav, un interno de Bal Mandir de quince años de edad, está viviendo uno de los momentos más felices de su vida.
Una pareja de amigos nuestros que empezaron a patrocinar su escolarización en régimen interno en el New Shrine hace seis años, poco tiempo después de su ingreso en el orfanato, han venido a Katmandú para pasar un par de semanas con él, al tiempo que colaboran con nosotros en las actividades con los niños.
Conocí a Keshav en las vacaciones de Dashain de 2009. Había ingresado en el orfanato hacía algo menos de medio año, y en ese tiempo todavía no había sido escolarizado. La pareja que se hizo cargo de su educación, nos había pedido que seleccionásemos al niño o niña que en nuestra opinión necesitase más ayuda en ese sentido, les daba igual su sexo y su edad. Por entonces, Keshav era el único interno de Bal Mandir que permanecía sin ir a la escuela, supongo que por los eternos problemas económicos de este orfanato. Las niñas mayores nos dijeron que cada mañana se quedaba llorando al comprobar que el resto de los niños iban al colegio mientras él tenía que permanecer allí. Hicimos todas las gestiones necesarias para que su incorporación al colegio fuese lo más rápida posible. Al finalizar las vacaciones del Dashain fue admitido, en régimen interno, en el mismo centro educativo en el que ya teníamos escolarizados a otros menores de Bal Mandir.
Nuestros amigos no sólo han costeado íntegramente sus gastos educativos y el internado, que en todos los sentidos resultaba más apropiado que Bal Mandir, sino que también han hecho un esfuerzo para mantenerse en contacto con él. Keshav ha tenido la fortuna de saber en todo momento que en España había una familia que se interesaba por él. En Dashain de 2011 vinieron a Katmandú para conocerle personalmente y pasaron unos días con él. Pero además, la directora del colegio ha permitido a nuestros amigos comunicarse directamente con el niño a través de Internet.
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Habitualmente, mientras los voluntarios de nuestro equipo se afanan en el desarrollo de las actividades, gracias a mi discapacidad física, yo encuentro ocasiones de cambiar impresiones con los menores que desean acercarse a mí para conversar. Precisamente Keshav ha sido uno de los que con más frecuencia han charlando conmigo. Este año, al estar nuestros amigos colaborando con nosotros, Keshav está participando más activamente que nunca, al extremo de que parece un voluntario más de nuestro equipo. Viendo su buena disposición, hace unos días le pedimos que hablara con cada uno de los niños que tenemos becados en régimen interno en el New Shrine School, desde hace unos meses llamado Himali Boarding School, para averiguar su grado de satisfacción con la escuela y el internado. Hoy Jodish y yo hemos analizado con él los resultados de esa encuesta. Aunque somos conscientes de que las opiniones de los niños acerca de su escuela y su internado en muchos casos están influenciadas por su anhelo de libertad, juego y vacaciones, nos ha sorprendido comprobar que casi todos los niños coinciden en las mismas apreciaciones, a pesar de que Keshav asegura que ha hablado individualmente y por separado con cada uno de ellos.
La mayoría se queja de que este curso la comida es de mala calidad y escasa. El propio Keshav expresó esta opinión a la directora, pero ella simplemente le dijo que no pensara que aquello era un hotel, sino un internado. Keshav afirma que una vez que la directora le permitió utilizar el ordenador de su despacho para poder hablar por Internet con sus patrocinadores, comprobó que la comida que la gobernanta tenía sobre una mesa de su despacho, no tenía nada que ver con lo que los niños habían tomado ese mismo día. A Keshav aquel almuerzo que la directora comió mientras él conversaba con nuestros amigos, le pareció un auténtico manjar. Precisamente ese día, como casi todos, se había quedado con hambre.
Muchos de los niños también se quejan de que el encargado del internado y algunos profesores les pegan con frecuencia. También en ocasiones a los otros niños, pero sobre todo a ellos, los huérfanos de Bal Mandir. Los desgraciados que hacen esto saben perfectamente que, precisamente por su orfandad, nuestros niños no tienen un padre o una madre que acuda a la escuela para exigir un trato apropiado.
La mayoría se sienten discriminados por provenir de Bal Mandir. Urbasi, una de nuestras becadas, de unos diez años de edad, me contaba anteayer que hace varios meses la profesora de su clase inspeccionó la cabeza de los alumnos en busca de piojos. Descubrió esos molestos parásitos en las cabezas de dos niñas, pero a la niña que tenía padres le escribió una nota recomendando que le aplicaran algún tratamiento antipiojos, en cambio, hizo que a Urbasi le raparan la cabeza.
También se quejan de que, a diferencia de los otros niños, a ellos no les han proporcionado uniformes nuevos al inicio del curso, o equipación deportiva, lo que les obliga a utilizar las prendas del año anterior a pesar de que en muchos casos se han quedado pequeñas. Según dicen, además, están escatimando con ellos, no con el resto de los alumnos, lapiceros, bolígrafos, cuadernos o cualquier otro tipo de material escolar.
Hemos hablado con los responsables de Creative Nepal para tratar de comprender el cambio que se ha producido en la escuela. En esta ocasión, la NCO no nos permitió, como en años anteriores, pagar los gastos de escolarización de esos menores directamente al centro educativo, sino que nos obligó a realizar el pago a través de ellos, eso sí, garantizándonos que entregarían la cantidad íntegra a la escuela. No mintieron. Según Jodish, así lo hicieron, pero a continuación exigieron a la escuela que realizara un generoso donativo a la NCO, con lo cual, nos inclinamos a pensar que en el New Shrine están intentando compensar la suma perdida con el donativo escatimando de todo lo posible, con la tranquilidad que da el saber que nadie va a reclamar en nombre de estos menores.
A mí personalmente me parece que esto es inaceptable, pero nuestros amigos de Ruta 6 tendrán que pronunciarse al respecto. De momento, ya que Creative Nepal es la ONG que media entre Ruta 6 y la NCO, hemos pedido a Jodish y Netra que redacten una carta expresando todas estas quejas a la dirección de la escuela, pero además, por si Ruta 6 considera conveniente cambiar a los niños de escuela, les hemos indicado que sería conveniente que empezasen a buscar otras alternativas, preferiblemente no agrupados en el mismo centro, para intentar que pase lo más desapercibido posible su origen y evitar así su discriminación.
Katmandú, 3 de noviembre de 2015.
José Luis Gutiérrez
José Luis Gutiérrez Muñoz es Profesor Titular del Departamento de Escultura de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. Residente en Pinto, es el promotor de una labor humanitaria, desde 2004, en orfanatos de India, Nepal y Ecuador. Ha publicado dos libros sobre sus experiencias, "De sol y de luna", en el que relata la adopción de sus dos hijas, y "La balsa de Quingue", relatos sobre la vida de los niños y niñas de estos orfanatos. El año pasado publicó su primera novela "Por amor al arte" y este año ha publicado "Lugares del abandono".
















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