¿Mamporrero neonazi o adalid de la libertad?

En un comentario de Facebook comenté una noticia que dio Zigzag sobre una moción de Vox que yo tildé de demagoga, contradictoria y tramposa. Las razones que me llevaron a emplear esos calificativos son que Vox propone al Ayuntamiento de Pinto que destine los escasos recursos que distribuye entre asociaciones, sindicatos, clubes “o cualesquiera entidades privadas” a finalidades que tengan que ver con la lucha contra el coronavirus, dejando sin recursos públicos a estas entidades para llevar a cabo sus importantes actividades de interés social. Por otro lado, Vox, que critica la gestión gubernamental de la pandemia y criminaliza al Estado por las muertes, pide “libertad de movimientos” para la ciudadanía y convoca manifestaciones que incumplen las medidas de seguridad para evitar futuras muertes.

La moción presentada por Miguel Maldonado, único concejal de Vox en Pinto, también propone que se destinen a la lucha contra el coronavirus las asignaciones que el Ayuntamiento de Pinto da a los distintos grupos políticos de acuerdo a su representación municipal. Y aquí está otra de las trampas de Vox pues al tener un solo concejal (al igual que Podemos), percibe una asignación anual de 2.712 €, mientras que el partido con más representación, el PSOE, ingresa 24.408 €; el PP, 18.984; Unidas Pinto, 10.848 €; y Ciudadanos, 8.136 €.

Si el interés del Sr. Maldonado fuera verdaderamente el que dice mantener, lo propio es que, además de su petición tramposa, renunciara al coste de 52.000 euros anuales, o sea 208.000 euros en la legislatura, que su liberación supone para el Ayuntamiento (o sea, para los ciudadanos). Esta renuncia no sería nada especial, porque lo que es extraordinario es que por primera vez en la historia de Pinto se libere al 100% al único concejal de un ‘grupo’ político (oxímoron político, puesto que un grupo nunca está compuesto por una sola unidad). Por otro lado, la renuncia sincera y coherente a las liberaciones tiene precedentes en Pinto. La llevó a cabo el grupo municipal del MIA en 2011-2015 cuando tenía dos concejales, no sólo uno como Vox.      

Mi comentario en Facebook sobre estas cosas enojó al Sr. Maldonado y desató su ira contra ZIGZAG. “Mentirosos”, “hipócritas”, “demagogos”, “sectarios” son algunas de sus imprecaciones destinadas a este medio en general y a mí mismo en particular, al mismo tiempo que me reprende por decir que él cuesta al Ayuntamiento de Pinto más de 50.000 €, cuando su “trabajo es superior” —afirma— al del resto de portavoces. Finalmente rechaza que él cueste más de 50.000 € al Ayuntamiento, “eso se lo ha sacado usted del mismo sitio que lo demás, su imaginación”, me reprende.  

Así que no tengo más remedio que dar noticia al Sr. Maldonado de las imaginativas cifras que según él me invento. Aprovechando para recordarle otras cosas que me inquietan mucho más que su inmerecido sueldo. Procedo:

 Sr. Maldonado, usted cuesta al Ayuntamiento de Pinto (a los ciudadanos) 52.000 euros anuales, 40.000 € de sueldo + el coste empresarial de Seguridad Social, que en su caso abona el Ayuntamiento de Pinto, algo que después de un año de concejal y a pesar de su “trabajo superior”, como usted dice, aún desconoce. Pero lo significativo no es su ignorancia en este detalle ni el lío que se hace con sus ingresos —afirma que su “propuesta supone un ahorro anual de más de 120.000 €” (¡?)— o que si no estuviese liberado, el ahorro para el Ayuntamiento sería de “poco más de 20.000 €”, cuando la realidad es que la cifra de ahorro rondaría los 40.000 € puesto que el Ayuntamiento no tendría que cotizar por usted a la Seguridad Social. Pero toda esta retahíla de errores y frivolidades en los costes públicos los doy por descontados en un personaje inexperto e ignaro como usted.

Lo que de verdad me inquieta, lo verdaderamente significativo de su personaje para mí, es que por primera vez desde que se reinstauró la democracia municipal, Pinto tenga un concejal de apenas 25 años acusado por su entorno juvenil de juntarse con “grupos como Moncloa Resiste” y “jactarse de ir con amigos en busca de pegar palizas a los maricones y a los inmigrantes”. Estas imputaciones de haber sido un mamporrero neonazi, Sr. Maldonado, fueron hechas públicamente por uno de sus ex amigos y recogidas por diversos medios de comunicación quienes, además, ofrecieron imágenes colgadas en su día por usted mismo en redes sociales en las que se le puede ver con la cabeza rapada junto con otros jóvenes con vestimenta de grupos nazis de la capital.

Personalmente no tengo nada contra usted. Me agrada que gente joven y de apariencia ingenua como la suya represente a los ciudadanos para construir un Pinto mejor. Pero, ¿qué es un Pinto mejor para usted? ¿Un Pinto libre de inmigrantes y de personas LGTB? ¿Un Pinto de mujeres sometidas?

Por cierto, en la entrevista que le hicimos en ZIGZAG con motivo de las elecciones locales del año pasado aseguró usted que si era elegido concejal de Pinto, los tres principales ejes de su política serían: 1º “Fundamentalmente apoyar el comercio local”. 2º “Defender las empresas de los polígonos”. Y 3º “Defender todas y cada una de las libertades que se han visto restringidas por los distintos gobiernos”. Pero ha pasado un año y no conocemos ninguna propuesta suya ni sobre el comercio, ni sobre la industria, ni sobre las libertades (es siniestro esto de que un presunto mamporrero neonazi se presente como adalid de la libertad).

Lo que conocemos hasta ahora de usted son mociones patera que elabora su partido a nivel estatal y usted presenta en Pinto, algunas de las cuales “incitan al odio y cuestionan la dignidad de las mujeres”, por lo que ha sido reprobado por el Pleno municipal. Todos los partidos del Consistorio pinteño coincidieron en que su actitud “había sido bochornosa”.

Muchas de las ideas que usted representa y defiende, Sr. Maldonado, nunca tuvieron éxito en Pinto cuando concurrieron a las elecciones. La situación actual de creciente deterioro democrático y falta de confianza en los partidos políticos ha permitido por primera vez que un partido como el suyo tenga representación en Pinto —mínima, pero representación y, lo que es peor, nos cuesta a los vecinos 52.000 € al año, es decir, 208.000 € en toda la legislatura de lo que es culpable el resto de la Corporación, empezando por el Gobierno del PSOE que nunca debió aprobar tal despropósito—. Pero también es verdad que el peor resultado de Vox en todos los municipios del sur de Madrid en las elecciones locales del pasado año, fue el que usted obtuvo en Pinto, un 5,2%. Y es que los pinteños si han dado pruebas de amar y defender “todas y cada una de las libertades” y de ponerse en guardia cuando lobos liberticidas y profetas del barullo y la mentira teledirigidos como usted se visten con la piel de cordero.   

Me encantaría quedarme con su cara de adalid de las libertades que proclama, pero me inquieta su otra faz de presunto mamporrero noenazi del que le ha acusado un ex compañero de su entorno juvenil, así como las fotos que usted mismo subió a Facebook en su día. Sea como fuere, hoy y ahora tiene usted toda la legitimidad democrática para representar a la ciudadanía de Pinto en el porcentaje que le han asignado en las urnas. De la misma manera que yo, como periodista comprometido con Pinto desde hace más de 30 años, tengo el derecho y el deber profesional de informar y opinar en libertad sobre sus actividades públicas y las de su partido.

Dios guarde a usted muchos años.