Sr. Director...

Mientras el gobierno, intentaba reducir el gasto público, reducía notablemente las ayudas al tercer sector y dejaba a muchos dependientes sin las prestaciones que por ley les correspondían. Mientras eso ocurría, las protestas, tuvieron lugar, pero el volumen del ruido no subió demasiado.(…).

Sin embargo, cuando se recortó el sueldo de los funcionarios, si pudimos ver muchas manifestaciones de protesta y algunas huelgas. Muchos argumentaban que la solución no era bajar los salarios, pues bajándolos el consumo disminuía. (…). Los que adoptaron esta postura, se olvidaban de decir, que los necesitados del tercer sector no salen al extranjero, consumen dentro del país y los productos que compran no suelen ser de importación. Es decir, proteger su consumo nos convenía más que proteger el consumo de los funcionarios, de los cuales no podemos decir lo mismo que hemos dicho de los desfavorecidos mencionados También se olvidaban de decir, que los países endeudados, si no exportan, no pagan su deuda. Y si los costes no bajan, no se pueden ofrecer precios competitivos.(...).

Esta es la historia de todas las crisis: Los débiles protestan menos. La desigualdad aumenta. Y se superan cuando se exporta.