Sr. Director...

SABER ESPERAR, una capacidad que se ha de desarrollar.
Los que de pequeños saben esperar, lo tienen más bien en el futuro. Los que no saben, se equivocan a menudo. Los que no saben esperar, los que no saben controlar sus impulsos, fracasan más. Fracasan más los que no saben imponerse ciertas renuncias. A mí me vienen a la mente muchos ejemplos: “Los jóvenes que quieren comprarse la moto o el coche antes de terminar la carrera. Las personas que consumen alcohol, aunque saben que cuando lo hacen baja su rendimiento. Y las personas que tienen que decir la suya, aunque notan, que nadie desea que hablen”. (...). No sé muy bien, si el autocontrol correlaciona con la inteligencia, no lo sé muy bien. Pero si sé que el autocontrol correlaciona con el éxito.(…).
Considerando la importancia que tiene esta capacidad, parece necesario introducirla en el currículo. El profesor Walter Mischel (Vanguardia, 04-05-15), considera que los jóvenes tienen que tomar las riendas de su vida. Y lo harán mejor si unos años antes, los padres y los maestros, proporcionan negativas sin desconcertar, establecen límites sin ahogar. Y hacen que se vean las ventajas de esperar.

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