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En el pasado, ciertas maneras de proceder, eran legales y moralmente aceptables: La persecución de los no católicos. El avasallamiento de la mujer. Coaccionar y retener a las personas. Y el uso de la fuerza, para doblegar la voluntad de una persona o de un pueblo.
Actualmente, las cosas son muy diferentes: Uno. La libertad religiosa es total, cualquier persona puede manifestar y difundir sus creencias. Dos. La mujer tiene los mismos derechos que el hombre. Actualmente España cuenta con una red de recursos para ayudar a las víctimas de violencia machista. Tres. La libertad de las personas es sagrada. La legislación española, a través del Código Penal y la propia Ley de Dependencia, prohíbe las coacciones a personas especialmente vulnerables, como las personas con discapacidad o dependientes. Un ejemplo: No podemos obligar a una persona a consumir un medicamento. Cuatro. El uso de la fuerza está muy regulado y limitado. El proceder de Rusia y el proceder de Israel, se consideran legal y moralmente inaceptables. En general, solo se acepta el uso proporcional de la fuerza, en defensa propia. (..). En cambio, en el pasado, la conquista y la expansión territorial a menudo se consideraban una forma legítima de política exterior. Hoy, con el separatismo, es más legítima la negociación, que el uso de la fuerza.
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