Sr. Director...

SI BUSCAS TRABAJO.
Importante!. En general, no nos quejamos porque las cosas nos vayan mal. Más bien, las cosas nos van mal porque nos quejamos. Esta afirmación puede considerarse, en parte, cierta por tres motivos: a) Porque, en parte, el gesto genera la emoción. b) Porque cuando te quejas no te prepara para cambiar tú. c)Porque el victimismo, al igual que la tristeza reduce tu energía.
Las personas infelices, que encima, tienden a pensar que nunca tienen la culpa, no son creativas, no resuelven bien los problemas. No interesan!. Muchos jóvenes parados, cuando interaccionan con el seleccionador, no lo tienen en cuenta. No tienen en cuenta, que en este caso, conviene no mostrar arrogancia, pero si fortaleza.
Las personas que se quejan continuamente, difícilmente orientarán de forma eficaz su esfuerzo. Estas y las personas que de forma exagerada necesitan ser estimadas, se equivocan mucho. Y se autocorrigen poco.
Dos razones me han llevado a la presente reflexión: La actitud de ciertas personas cercanas. Y las aportaciones de Alberto Simone. Este psicólogo seguro que nos diría: «¡Levanta la cabeza y sonríe!. Revisa tu actitud!. Sé auténtico, sé tú, no quieras quedar bien con todos!».