Sr. Director...

MUY A MENUDO TENDEMOS A NEUTRALIZAR. HAY OTRAS OPCIONES.
A menudo neutralizamos los efectos de un producto con otro producto: Los efectos de un ácido, con una base. los daños de una bacteria con antibióticos, o las acciones de un patógeno con anticuerpos. También tendemos a neutralizar los movimientos del adversario, alzando la mano, con una palabra, o utilizando la policía o los jueces.
Y pensando en la neutralización y la neutralidad, acabamos pensando en los conflictos, en las confrontaciones. Acabamos pensando que en estos casos, unas veces nos dicen "tú no te metas!", Y otros, "te has de mojar, debes implicarte!". Es decir, unas veces nos piden neutralidad y otras implicación.
Cuando hace años en Cataluña se empezó a proceder de aquella manera, es decir, cuando comenzó el proceso, una parte muy importante de la sociedad catalana, tal vez el 70%, era muy neutral: ”Se sentían catalanes y españoles o, españoles y catalanes”. (..).
Ahora, actualmente, la sociedad catalana está muy dividida. Y esto ocurre, por dos motivos: Primero, porque desde uno de los dos bandos, se ha trabajado intensamente en la línea de la neutralización. Segundo, porque desde el otro, se ha hecho un llamamiento insistente a la implicación. Voluntad de diálogo? Si pero no!.
Ahora la sociedad catalana está muy dividida y necesitamos que ciertos espacios recuperen totalmente o en parte, su neutralidad: Los medios de difusión públicos, especialmente. Y también la escuela, y la calle, ... Necesitamos que se vea que ni la Cataluña que se siente española puede ser neutralizada, ni ignorada. Ni la otra Cataluña!. (..). He veraneado en Murcia. Aquí los del PSOE lo ven así. Los del PP no!.