Crónica de una presentación
Aragonés acaba de publicar ‘Óxido', su segunda novela de la saga 'Crónicas del pantano', que ha presentado en el ‘Shamrock Irish’ de Galapagar y que el próximo viernes 27 de marzo presentará en ‘La Cosa Nostra’ de Parla. La primera novela de esta saga es ‘Cresota’. El autor hace la crónica de su propia presentación.
“¿Tiene que mejorar nuestro concepto de mundo o de la sociedad por el simple hecho de leer un libro? ¿Tienen que pagar los artistas los platos rotos del sistema? No, nada de esto tiene que suceder, pero a veces pasa. Se escribe para plasmar un reflejo, y en mi caso, relato aquello que mi cerebro transforma. Lo demás depende del lector”.
La vida son dos días, y lo ideal, por encima de todo, es disfrutar con lo que se hace. Y eso es lo que hice en ‘Shamrock Irish’ y lo que haré el próximo 27 de marzo en ‘La Cosa Nostra’, a todo gas emocional, con ese nervio que reflota cuando voy a hablar en público, señal de pasión.
“Todos los que me leen, sobre todo los que no me conocen de nada, se creen que los relatos y novelas que tengo son una forma de contar la parte ilegal de mi vida. Pero nada más lejos. Escribo estas cosas para reírme del mundo, para pasarlo bien, para hacer crítica social y política. Esto último lo digo para que Agustín, mi editor, siga creyendo en mí y no piense que soy un psicópata”
Pasé el día como pude, con ciertos altibajos inesperados. Sin embargo, una vez llegó la noche, en la compañía de mis amigos, junto a mi hermano y de la mano de ese par de almas errantes que suelen ir conmigo a todos lados –una de ellas, el Grillo, gran vendedor en la sombra–, entré al garito, un lugar con encanto, Shamrock Irish Tavern, cerré los ojos de humano y abrí los del poeta eléctrico, los del lobo nocturno.
“Ahora es cuando el diablo que tengo apoyado en mi hombro derecho me habla, vosotros no le veis ni le podéis oír, pero está ahí. Y me está pidiendo que agilice este mejunje literario. Me está obligando a soltar el rollo comprimido, que a fin de cuentas, para eso estoy aquí: para beberme una buena cerveza, vender y reírme”
Dieron las nueve, presunta hora a la que debía haber empezado el evento, pero el ambiente no era el adecuado y decidimos esperar. Luego el reloj marcó las nueve y media. Y las diez. Y las diez y media. Me subí al escenario casi a las once, cuando llegó el público, ni antes ni después, e improvisé a la antigua usanza. Para ser sincero, llevaba un guion bastante chulo, basado en mi experiencia como escritor desterrado en Galapagar, cargado de anécdotas de la novela y de gracias tontas, pero viendo las pocas ganas de la gente –uno no llega dos horas tarde a un evento al que quiere asistir, ¿o sí?–, les ofrecí una especie de monólogo y vendí 'Óxido' en plan feriante viajero.
“En Óxido se narra el proceso de una búsqueda salvaje. La salvación de un alma maldita está en juego. La purga ha comenzado”.
Les hizo tanta gracia que no solo vendí bastantes libros, sino que me invitaron a cervezas durante toda la noche, y gané lectores interesados. Los entes nocturnos de Galapagar se vieron inmersos en la visión oscura, crítica y sangrienta de ‘Óxido’, perdieron el rumbo de sus vidas, se metieron en las “Crónicas del pantano”, y se sintieron, por una noche, como algunos de mis anárquicos personajes.
“Está tan trillado el tema del antihéroe, tan visto ya, que en las Crónicas del pantano he intentado ofrecer al lector una atmosfera Pulp. Los personajes son héroes y villanos, y su visión del mundo es bastante decadente. La filosofía que se vende es brutal, lo más importante de la obra”.
Hablé de la revolución interna de Fredek, de la salvación de las almas malditas y de lo podrido de la sociedad. Vacilé a algún feligrés y fui la diana de ciertos graciosillos –interesante y ácido. Buena experiencia–. Muchos de estos fueron compradores compulsivos.
El punto final lo pusieron Black Grass, grupo de rock clásico, curtidos en mil batallas. Sinceramente, el buen hacer de sus componentes animó a la muchedumbre y remató la faena de la mejor forma posible. Tocaron temas de rock nacional y extranjero, versiones en su totalidad. Fue una regresión a los años setenta y ochenta. Sonaron de lujo.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.186