¡Glup! | La paradoja de Altamarca

Si a cualquier empresa le dan el local gratis, la luz gratis, el gas gratis y los demás suministros gratis, el negocio no puede ser otra cosa que redondo. Sin embargo, Altamarca, empresa a la que el último gobierno socialista le concedió todas estas ventajas para gestionar el gimnasio del pabellón municipal Príncipes de Asturias, ha dicho que sólo puede seguir prestando el servicio si el Ayuntamiento de Pinto le aporta lo que ellos dicen que dejan de ganar, puesto que las cuotas que pagan los usuarios no son rentables para esta empresa. El Ayuntamiento, lógicamente, le ha dicho que nones, que hasta ahí podíamos llegar, por lo que de común acuerdo administración y empresa han llegado al acuerdo para que Altamarca deje de prestar sus servicios en Pinto el próximo 1 de enero.

Es difícil entender que un gimnasio que tenía más de 1.000 usuarios (ahora reducidos drásticamente) con precios entre 20 y 50 euros al mes, que no pagaba nada por el uso de las instalaciones municipales, que ni siquiera se hacía cargo de la luz, calefacción, agua, etc, diga que el negocio “no es rentable”. Si, además, los demás gimnasios de la localidad están encantados de recibir a los usuarios que abandona Altamarca sin aumento de coste, entonces la cosa es aún más incomprensible.

Entre los servicios que debe prestar un Ayuntamiento a sus vecinos no está, desde luego, en ningún lugar preferente el de gimnasio, pero el caso de Pinto es distinto debido a la construcción de un desproporcionado pabellón en la época del alcalde faraónico. Pabellón que supone anualmente un enorme gasto para las arcas públicas, es decir, para todos los pinteños. Pero como no se va a derribar, ni hoy por hoy hay ninguna empresa que lo quiera rentabilizar, lo responsable es sacarle el mayor partido posible. Por eso seguro que el Ayuntamiento encontrará otra empresa que gestione el gimnasio y SPA Príncipes de Asturias y, además, no sea una carga para las arcas públicas.