'Vientos dominantes' es el segundo poemario de Antonio Martín-Carrillo, el primero que publica con la editorial Alfasur. Aparte de la faceta de poeta del autor, Martín-Carrillo es ingeniero aeronáutico y doctor en Ciencias Económicas y empresariales. Ha sido, además, decano del Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos de España y ha publicado un gran número de artículos científicos y técnicos en español e inglés, además de participar en la elaboración de libros de diversa naturaleza
¿Por qué 'Vientos dominantes' como título del poemario?
Los más poderosos dominan nuestras vidas de una forma que no se ve fácilmente, de una manera sutil e invisible, como el viento. Soy aeronáutico y estoy especialmente atento al viento. El viento nos afecta a todos, a veces nos molesta, nos empuja o nos hace pasar mucho frío. Sentimos el viento, aunque no podamos verlo.
El título 'Vientos dominantes' recoge una parte de la indignación que llevamos dentro por los actos con escasa ética de algunos gobernantes. El libro relata situaciones a las que nos vemos sometidos por la política o la injusticia. Pero en 'Vientos dominantes' también quiero ofrecer una visión inédita de la vida, a veces dura, pero siempre teñida de humor. Pretendo acercar a la gente la magia de la ciencia, especialmente la magia de las matemáticas, desde la sencillez y la risa.
El libro está lleno de referencias, ¿qué autores son los que te inspiran?
El libro comienza con una cita de Mario Benedetti que da sentido al contenido de la obra: “El hombre busca respuestas y encuentra preguntas”, acompañada de otra cita de Antoine de Saint Exupery: “Lo esencial es invisible a los ojos. Sólo se ve con el corazón”, que de alguna manera expresa la metáfora del viento.
Antonio Machado es mi autor preferido, aunque en este libro las citas que más abundan son las de Rafael Alberti. Me encanta su cita que hace referencia a que hay ya demasiados políticos en política: “Hay ya mas loros que ramas”. Me gusta también la filosofía de María Zambrano, pero con este libro he pretendido ser más que un filósofo, un poeta "con un arma cargada de futuro", como decía Gabriel Celaya. He de mencionar a Ramón Gómez de la Serna, pues la greguería, es la que más he utilizado para reírme de las cosa más serias, como hacía Groucho Marx, aunque él decía que “la risa es una cosa demasiado seria”.
Por último quiero mencionar una impactante cita que incluyo también en el libro, que prepara al lector para la crudeza de los escritos que encontrará a partir de esa hoja. Se trata de un fragmento condenatorio lleno de insultos y exabruptos, perteneciente a la obra "Elegía plena", del poeta puertorriqueño Hjalmar Fax que es “pura poesía” y expresa la indignación popular contra las autoridades encargadas de preservar “la pureza”.
'Vientos dominantes' está dividido en nueve capítulos en función de su temática. Háblanos de esta temática, ¿qué encontrará el lector en cada bloque?
Los nueve capítulos han surgido de acuerdo con la propia temática de los textos, enlazados como los eslabones de una cadena, hasta llevarnos a la parte la más vehemente del libro: la final. El primer capítulo, titulado Aires Invisibles e Imprevisibles, está lleno de poemas cortos, ingrávidos, transparentes como el aire o filosóficos, tiernos y sutiles.
Los siguientes capítulos muestran mi doble faceta como ingeniero y como poeta. Como Gabriel Celaya siento que soy “un ingeniero del verso y un obrero”. Entre la técnica científica y la poesía han nacido los capítulos Matemáticas Amorosas y Poesía Alfanumérica. El primero se mueve entre versos, geometría y aritmética. El segundo está más cercano a la greguería, en el que desde una perspectiva humorística me río de todo lo que puedo desde los números y su simbología.El Rincón del Cielo está lleno de pensamientos positivos y Espesas Nubes Negras recoge la tristeza, la amargura, la maldad y la muerte. Ambas estancias tratan sobre el bien y el mal, como aspectos diferentes, pero naturales, propios e inseparables de la vida. En el capítulo titulado Fábulas del viento, dedico cada poema o greguería a la breve historia de un animal, cuya situación seguramente nos ha de resultar familiar, quedando al descubierto alguna carencia moral. En Senderos del Aire están recopiladas las experiencias de diferentes viajes y ciertos lugares especiales para mí, incluyendo alguna mirada hacia el ferrocarril como parte del propio viaje.
En los dos últimos capítulos expreso pensamientos tan crudos como la actualidad que reflejan. Para algunos seguramente son tabúes que entrarían en la categoría de lo “políticamente incorrecto”. Para mí, en este libro, son secretos a voces que constituyen una denuncia irónica.
Mezclas ironía y sentido del humor con alguna pincelada científica, ¿qué intencionalidad hay detrás de este estilo?
Quiero transmitir mis experiencias, mis sentimientos positivos y mis frustraciones, pero también quiero que la gente se divierta al leerlo. Me gusta enseñar lo que he aprendido. Siempre recuerdo que mis mejores profesores tenían muy buen humor y con sus anécdotas nos hacían reír. Creo que el humor hace mucho más sencilla la enseñanza y ayuda a no olvidar lo aprendido.
En el libro aparecen episodios de la actualidad fácilmente reconocibles para el lector, otras veces se intuye cierto inconformismo, crítica política o, mejor dicho, crítica al poder...
La situación de corrupción que vivimos en estos momentos es repugnante e insostenible. Lo bueno es que salga todo a la luz y que tras esta enfermedad de los valores éticos, nuestra sociedad quede inmunizada de cara al futuro. Deben quedar sólo los políticos buenos, los que están para defender al pueblo y que se vayan ya todos los demás. Si pensamos que no hay políticos buenos, habría que buscarlos en otro sitio, fuera de los actuales partidos políticos. Hay muchos jóvenes españoles en diferentes organizaciones que no tienen ánimo de lucro, muchos de ellos fuera de España, dándolo todo a cambio de nada, sólo para ayudar a los demás. No es cierto que nuestra sociedad no tenga valores, ni líderes honestos.
¿Desde cuándo escribes y en qué momento decides publicar?
Escribo desde que era niño, aunque durante los años que estudié Ingeniería Aeronáutica no volví a escribir nada literario. Un buen día, durante el servicio militar obligatorio, en una guardia a las 4 de la mañana, comencé a crear poemas que me aprendía de memoria y que luego escribía antes de acostarme.
Desde entonces no he dejado de escribir. Así, unos años más tarde, cuando ya tenía escritos un gran número de folios pensé que me gustaría publicarlos. Fui con ellos a una primera editorial, para ver si me lo querían publicar. Recuerdo que la editorial se llamaba Torremozas, pero sin mirar los papeles me dijeron que no me iban a publicar nada, porque sólo publicaban obras de mujeres. Tras unos meses llevé mis papeles a otra editorial, entregué los folios a una tal Charo Fierro y no volví a saber nada del asunto. Un año y pico después, en 2001, recibí una llamada de Antonio Huerga, de la Editorial Huerga y Fierro que me decía que había leído mis escritos, que le habían gustado mucho y que los querían publicar. Me alegró mucho aquella buena jugada del destino y aquel año se publicó mi primer libro de poesía: 'A cielo abierto'.
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