Que no, canon
El autor se posiciona en contra del canon que se obliga a pagar a las bibliotecas públicas por el préstamo de libros.
En 2006, una directiva de la UE obligaba a España a remunerar a los autores por el préstamo de sus libros. El gobierno de España incorporó esa directiva en la ley de la lectura, el libro y las bibliotecas de 2007; asumió todo el pago durante un par de años, después se limitó a pagar el de las bibliotecas de las que es titular y algunas comunidades autónomas pagaron el de las bibliotecas de su jurisdicción, pero no todas y no durante todo este tiempo. En esa ley se dejaba la puerta abierta a lo que se ha decidido ahora.
Ante el aviso de duras sanciones por parte del Tribunal Europeo (se hablaba de 300.000 euros al día), el pasado 1 de agosto, el gobierno de España publicó el Real Decreto 624/2014, mediante el cual “desarrolla el derecho de remuneración a los autores por los préstamos de sus obras” en municipios con más de 5.000 habitantes y dispone que dicha remuneración sea asumida por las entidades de las que dependen las bibliotecas (ayuntamientos, comunidades autónomas, gobierno central...). También decide que sean las entidades de gestión de derechos (SGAE, CEDRO, VEGAP y DAMA) quienes administren y repartan esa remuneración.
Se establecen dos tramos. Hasta el final de 2015, ese reparto será fijo en función de los documentos adquiridos, 0,16 euros por ejemplar, independientemente de que el ejemplar esté libre de derechos, o haya sido autorizado por el autor, o no se preste… A partir de enero de 2016, el cobro será 0,004 por ejemplar prestado y 0,05 por usuario.
Ante este panorama, es conveniente recordar algunas cosas, aunque sea de manera desordenada:
El sistema bibliotecario español está ahora peor que hace ocho años. Las bibliotecas públicas no cobran por sus servicios de depósito, preparación, mantenimiento, difusión, promoción, animación, préstamo… y, ahora también, de justificación, y deben pagar, en cambio, a empresas privadas intermediarias. Las bibliotecas públicas desempeñan a menudo funciones de bibliotecas de centros docentes, que sí están exentas del pago del canon, pero no se les permite el reconocimiento de esa labor. La inmensa mayoría de autores recibirá cantidades insignificantes. Las bibliotecas no luchan contra los autores ni contra la propiedad intelectual de sus obras, sino que critican el carácter exclusivamente mercantil que se da al trabajo de aquéllos y a la aplicación de ésta. Las bibliotecas pagarán cientos de miles de euros. Las entidades de gestión quieren más. Muchos autores no queremos que se pague por el préstamo de nuestros libros, aunque en parte de la UE se lleve haciendo muchos años...
Una vez más, comprobamos que no todo lo que procede de Europa es bueno ni apropiado.
Dado nuestro lamentable sistema bibliotecario, el gobierno de España podía haber defendido en la UE la exención de las bibliotecas públicas de ese pago, del mismo modo que se negocian convenios en otros asuntos, pero no lo ha hecho. El gobierno de España podía haber negociado un sistema de pago global, que no afectase a quienes van a asumir la mayor parte, los ayuntamientos, pero no lo ha hecho.
La asociación No al Préstamo de Pago en Bibliotecas prepara acciones anticanon que necesitan del respaldo popular. En la página web de la asociación hay documentación variada para ampliar la información sobre este asunto, además de manifestaciones de apoyo y de defensa contra el canon. Visitarla y colaborar estaría muy bien: http://noalprestamodepago.org/

















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