Solidaridad vs caridad
En los tiempos que corren es frecuente encontrarse con iniciativas destinadas a la recogida de alimentos, juguetes ropa… Colegios, asociaciones, plataformas y ONGs se han lanzado a intentar paliar las graves consecuencias que nos está dejando la crisis/estafa y que las instituciones son incapaces de solucionar, bien porque carecen de medios económicos que han dedicado a otros menesteres, bien porque aumentar los presupuestos destinados a emergencia social sería admitir que sus políticas en esta materia son insuficientes e ineficaces.
¿Pero qué diferencia existe entre solidaridad y caridad? La solidaridad nace del concepto de la justicia y de la igualdad mientras que la caridad surge de la compasión, de la lástima.
Afortunadamente cada vez son más las personas que se embarcan en proyectos solidarios que perduran en el tiempo, que no son fruto de la lástima sino de una voluntad real de ayudar para paliar situaciones difíciles, personas que no lanzan una moneda a un platillo mientras miran hacia otro lado.
Cáritas, Cruz Roja, Médicos sin Fronteras, Intermón Oxfam… se cuentan por centenares las asociaciones dedicadas a ayudar a las personas y se ven desbordadas. Pero ahora, además, ciudadanos anónimos sensibilizados con la situación que viven sus propios vecinos y familiares se han lanzado a la calle para aportar su pequeño granito de arena.
Y en esas estamos. Desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, PAH Pinto, nos vimos en la necesidad de hacer algo viendo que las personas que acudían a nosotros anteponían el pago de la hipoteca a cubrir sus necesidades más elementales.
Es entonces cuando nace la idea de ponerse frente a supermercados de la localidad para reclamar la solidaridad de los vecinos de nuestro municipio, pero pretendemos hacerlo desde un concepto distinto al que nos tienen acostumbrados.
Bajo el lema “Malos tiempos, buena gente” se inicia una campaña en Pinto que dura ya más de dos años para informar a los vecinos de que las necesidades reales no se limitan a la recogida de legumbres, pasta y arroz sino que las necesidades de estas familias que atraviesan por un momento tan delicado son exactamente las mismas que las de cualquier familia.
Gel, productos de limpieza para el hogar, leche, aceite, patatas, fruta, carne envasada y sobre todo productos ya cocinados que además de llevar todos los ingredientes evitan el gasto que supone cocinarlos.
En todo este tiempo hemos tenido experiencias de todo tipo. Personas que hacían compras impresionantes, donaciones de decenas de kilos de productos como la que realizaron trabajadores de Aserpinto o el grupo “Mis labores” del centro Sta. Rosa de Lima, alguna empresa que nos donó lotes de productos que ellos comercializan… pero sin duda una de las donaciones que más nos impresionó fue la de tres crías que gastaron en una lata de sardinas lo que sus padres les habían dado para las chuches.
No se trata tanto de la cantidad ni de la calidad, se trata de informar a todos aquellos que quieran colaborar de que lo ideal es preguntar cuáles son las necesidades reales ya que todo lo que recogemos se entrega a las familias que colaboran en la recogida al término de la misma ya que carecemos de almacén donde gestionar esos productos y dado a que se recoge más de lo que se necesita, principalmente legumbres, pasta…..el excedente se dona a otras asociaciones que sípueden gestionar esos productos.
Os animo a acercaros a nuestras mesas, a preguntar, a colaborar en las recogidas y sobre todo a que difundáis estas iniciativas vengan de donde vengan dejando a un lado prejuicios y dudas.
Ya sabemos que vivimos en el país del Lazarillo de Tormes, en el país de la picaresca, pero desde luego la situación que estamos atravesando no es de cuento. Es una situación de emergencia real y dramática en la que cada aportación, sea cual sea, es mucho más que no hacer nada.
Nos vemos en las calles.




















Ángel | Jueves, 23 de Octubre de 2014 a las 18:38:36 horas
Todo es relativo. La solidaridad es horizontal, se ejerce de igual a igual. Pero la sociedad no es igualitaria (Sí en derechos y deberes), pero no de hecho. Pretender tratar como igual lo que no lo es, es una falsear la propia realidad, para los receptores y emisores. Desde esa desigualdad real, tiene sentido la caridad de quienes tienen más para dar a quienes tienen menos. Puede haber solidaridad con muestras de la misma similares a la caridad. Por solidaridad o por caridad, nadie da ni ayuda con lo que no tiene. Menudo lio que se montan algunos para decir lo mismo de siempre, por caridad o por solidaridad.
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