Un día después de que el Grupo Bühler hiciese público el cierre de la fábrica que la multinacional tiene en Pinto desde 1975, los sindicatos han dado su propia versión de los hechos. “Teniendo en cuenta cómo el Grupo estaba apostando por la fábrica de Alemania sólo nos podíamos salvar si alguien nos echaba un salvavidas”, ha declarado Germán Mancebo, presidente del Comité de Empresa.
En septiembre de 2010 Bühler compró la empresa de la competencia Schmidt Seeger, una decisión que según los delegados sindicales suponía un cambio en la política de la compañía. “Fue nuestra tumba”, aseguran. Desde el Comité de Empresa afirman que mientras la planta de Madrid ha estado generando beneficios “prácticamente sin inversiones”, la nueva fábrica “ha supuesto inversiones millonarias sin dar resultados positivos desde su adquisición”.
A pesar de ello los sindicatos denuncian que la dirección de la empresa continuó trasladando departamentos como I+D, pedidos y horas de producción que correspondían a la planta de Pinto a Schmidt Seeger. Todo ello habría derivado en las pérdidas argumentadas por el Grupo Bühler para llevar a cabo los despidos.
Por otro lado, el Comité de Empresa ha recordado que la compañía ha vulnerado el plan industrial firmado entre los trabajadores y la dirección en 2008 y 2009. El acuerdo contemplaba modificaciones a la baja en las condiciones laborales de la plantilla a cambio del compromiso del grupo de mantener un mínimo de 165.000 horas anuales productivas para fabricación.
De momento los representantes sindicales han decidido no llevar a cabo movilizaciones hasta que mañana reciban el ERE planteado por el Grupo Bühler, que de momento prevé el despido de cerca de 100 personas.
Ángel. | Sábado, 04 de Octubre de 2014 a las 22:04:25 horas
Toda decisión es programada, otra cosa es que sea desconocida. Sería un desastre que fuera una decisión no programada, es decir, improvisada.
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