El pinteño Alberto Contador en otra gran exibición de clase y poderío se ha adjudicado virtualmente hoy la Vuelta a España, la tercera de su palmarés, a la espera del trámite de mañana en la contrarreloj de 9,7 kilómetros final de Santiago de Compostela.
Un meritorio Chris
Froome lo intentó en el durísimo puerto
final de Ancares con varios ataques a los que sólo resistió el pinteño, para a
falta de un kilómetros dejar al británico, ganar la etapa -como ya había hecho
en La Farrapona- y sentenciar la Vuelta a falta de la corta contrarreloj de
este domingo en Santiago de Compostela. Contador y Froome, los dos mejores corredores del mundo en los últimos años, han dado un espectáculo extraordinario en la Vuelta, haciendo esta carrera este año mucho más interesante y con más nivel que el Tour de Francia.
Alejandro Valverde, que se rehízo de
una crisis, mantuvo también su tercer peldaño del podio ante un valiente Purito
Rodríguez, que intentó un ataque lejano. Los cinco primeros de la general
entraron exactamente por el orden que ostentaban -y que mantienen- en la
general.
El último puerto de la etapa de categoría especial con 12,7 kilómetros al 8,7 % de promedio y rampas del 18%, encaraba Ancares por su vertiente más dura de Pan do Zarco. Un escenario brutal. El equipo británico apretaba en cabeza. Froome rodaba con el cuchillo entre los dientes y con la mirada en su potenciómetro. A poco más de 9 km, ya solo quedaba una decena de corredores en cabeza. Escabechina.
Sin embargo, quien atacó primero fue Purito, vencedor en Ancares en 2012. Saltó a 9 kilómetros. Muy lejos. El catalán comenzaba la etapa a 2:29 minutos y su única opción pasaba por atacar de lejos. Era una apuesta por la etapa, por el podio… quizá por el maillot rojo. Valverde intentaba irse a por él, sin éxito. Y Contador se soldaba a la rueda de Froome, no quería vigilar otra.
Froome arrancó a 7,5 kilómetros. Contador resistió sin problemas. Dio otro zarpazo a 6 km. Aru se descolgó y, atención, porque el maillot rojo parecía ceder… Parecía. Otro arreón más y quien reventó fue Valverde. Froome y Contador empalmaron con Purito. Faltaban cinco kilómetros, pero ya eran más suaves. Un pequeño alivio para líder. Cuatro kilómetros a meta: ahora perdía contacto Purito, a quien remachaba un recuperado Valverde. Por delante, el gran duelo: Froome-Contador. No había tregua. Ni respiro.
A 2 kilómetros, Froome volvió a arrancar. Hasta dos veces. Pero ya no había terreno. Quizá tampoco fuerzas. Lo que sí había era orgullo de campeón, clase y arrojo. Contador aprovechó para remacharle, como ya había hecho en La Farrapona. Una vez más, al enemigo ni agua. El de Pinto añadió otra muesca en la meta de Ancares. La contrarreloj de 9,7 kilómetros de este domingo en Santiago será un paseo triunfal para él.
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