Inundación en la biblioteca Javier Lapeña

Los trasteros de la biblioteca Javier Lapeña están completamente inundados. El pasado lunes 25 de agosto la operaria de la limpieza de la ludoteca Manolito Gafotas, ubicada en la biblioteca Javier Lapeña, en el barrio de La Tenería, regresó de sus vacaciones de agosto. “Cuando llegué no había luz –comenta la trabajadora- bajé al sótano y descubrí que estaba completamente inundado”.

A las 16.30 horas un equipo de bomberos de Parla se presentó en el lugar con dos autobombas y un vehículo de achique para realizar una intervención que se prolongó por encima de las seis horas. Según fuentes municipales, la inundación se debe a una avería en la bomba de agua del edificio. El centro llevaba desde el día 15 cerrado, por lo que la avería podría haber estado soltando agua desde hace 10 días sin que nadie pudiera percatarse.

Mientras tanto los trabajadores de Aserpinto siguen extrayendo el agua del sótano desde el lunes. Hoy, todavía queda líquido por extraer. “¡Han sacado un millón de litros de agua!”, dice eufemísticamente la encargada de la limpieza. Aunque según el consistorio tan sólo quedan “charcos y humedad” en el sótano, los trabajadores está mañana comentaron a Zigzag que todavía “queda mucha agua por sacar”.

Se desconocen las pérdidas materiales, pero el sótano contenía estanterías con diferentes archivos municipales. La humedad y el agua han aconsejado no restablecer la corriente eléctrica en el sótano por lo que aún no se han podido evaluar los posibles daños en documentos.

Zigzag no ha podido acceder a las dependencias de la biblioteca, que permanece cerrada al público, porque, según un operario de Aserpinto, el gobierno ha dado orden de que “ningún medio de comunicación puede entrar en el sótano”.

En cualquier caso el Ayuntamiento ha anunciado que la biblioteca abrirá con normalidad el 1 de septiembre.

Actualización | Finalmente el alcalde en funciones, Julio López Madera, ha visitado junto a un redactor de Zigzag el interior del edificio a las 17.30 horas. El olor a humedad, el suelo mojado y las marcas de agua de casi un metro de altura dejan cuenta de la importancia de la inundación.

Madera considera que la mayor parte de los libros y material del sótano podrán ser salvados, aunque será mañana cuando la bibliotecaria municipal evalúe los daños. Asimismo ha explicado que todavía no se ha procedido a dar la luz de la biblioteca por motivos de seguridad.