“Tomando un café, nos dimos cuenta de que nuestros chicos no comprendían lo que leían en el colegio”. Así explica Paco cómo él y Guillermo se decidieron hace siete años a dar el paso de montar, tras años de experiencia impartiendo clases particulares, una academia de estudios que fuera “distinta”.
Paco y Guillermo López son los creadores de Eureka, una academia en el centro de Pinto (C/Maestra María del Rosario, 18 local 2) con más de 60 alumnos, que destaca por la novedad de sus métodos de trabajo y buenos resultados de los alumnos. Todo ello y el boca a boca han hecho que Eureka sea un referente para decenas de alumnos pinteños que han encontrado en este centro la solución a sus problemas de estudios.
Paco, ingeniero de Obras Públicas, y Guillermo, licenciado en Historia, componen un profesorado altamente cualificado que enseña a alumnos de Primaria, ESO y Bachillerato la eficacia, organización y planteamiento adecuado del estudio. También ofrecen clases para los accesos a los cursos medio y superior de Formación Profesional y a la Universidad.
Con un 90% de aprobados en ESO y un 100% en Ciclos Formativos, Eureka es el centro de estudios pinteño con mejores resultados.
Ciencias y humanidades | Paco y su “facultad de sintetizar” es el encargado de Física, Química y Matemáticas. Guillermo se dedica a la rama de las Humanidades. “Lo que peor suelen llevar los alumnos son mis materias, ¡pero para mí el verdadero reto sería aprenderme 200 páginas de historia de memoria!”, cuenta Paco mientras mira a su compañero. En las clases de Guillermo, el aprieto aparece con “ese inglés”.
“Todos los años crecemos un poquito”, explica Paco. El centro ha notado una fuerte subida en el número de alumnos que acuden buscando ayuda para sacarse el acceso a la Universidad o superar la prueba que se exige para poder entrar en algún ciclo de Formación Profesional, sobre todo para Electricidad, Mecánica y Educación infantil. “Adultos que están en paro o jóvenes que dejaron de estudiar y ahora se dan cuenta de que lo necesitan y deciden sacarse un título”, comenta Paco. Unas clases de las que el equipo de Eureka puede sentirse orgulloso, habiendo conseguido que sus estudiantes obtengan un 100% de aprobados desde que comenzaron a impartirlas.
Falta base | “La educación está bajando bastante”, opina Paco. “Antes los niños tenían dudas específicas, ahora necesitas explicarles todo el temario”. Tanto Paco como Guillermo coinciden en que Eureka ha pasado de ser “clase de apoyo” a “segunda clase”.
“Intentamos ser lo más parecidos a una clase particular”, asegura Paco. Ambos procuran llevar el rendimiento académico de cada alumno de forma individualizada, con la ventaja de ser un grupo. “Procuramos dividir los días para que coincidan chicos de la misma edad, que estén en el mismo curso y así puedan sugerir dudas que en realidad todos comparten”. “Muchas veces se ayudan entre ellos”, explica Guillermo. “Ese momento, cuando un chico es capaz de enseñar a otro cómo se hace un ejercicio, él mismo está adquiriendo un conocimiento que ya no va a olvidar”.
En sus clases de ciencias, Paco detecta una carencia de conocimientos, sobre todo en matemáticas. “Les falta mucha base”, explica, “los alumnos se saben la teoría pero se pierden en el mecanismo”.
Incitar a aprender | “Cuando entran por la puerta les dejamos claro que esto no depende sólo de nosotros”, puntualiza Guillermo, -“nosotros vamos a hacer todo lo que podamos”, le interrumpe Paco- “tienen que estudiar igual, lo que hacemos es guiarlos lo mejor que sabemos”. Según los dos profesionales, los alumnos necesitan que desde el colegio sean los profesores quienes “les inciten a aprender”. De la misma manera rechazan que “las clases se centren en lo memorístico y en la rutina”.Cuanto antes, mejor | Guillermo advierte que cuando los padres ven que a un chico le cuesta estudiar “deben atajar el problema de inmediato”. “No es una tontería traer a tu hijo a un centro de estudios en Primaria, porque muchos problemas de Secundaria se arrastran desde entonces”, explica.
Además, Paco y Guillermo recomiendan los centros de estudio no solo para niños con problemas. “Tenemos alumnos que vienen por la seguridad de entenderlo, aunque aprueben todo”, apunta Guillermo, “sobre todo a asignaturas como matemáticas o inglés”.
Aprender a estudiar | “Le cuesta estudiar, pero es muy listo”, es la frase más famosa en las reuniones de padres con profesores. “El estudio debe ser un trabajo constante, hay que enseñar la necesidad de estudiar, no a estudiar”, precisa Guillermo.
La marca de Eureka es su concepto de “familia educativa”. “Nuestro mantra es que los alumnos quieran venir, que no sea un trauma para ellos”, explica el de Historia, que añade: “la mayoría de los alumnos vienen obligados y terminan saliendo encantados”.
“Al final, nuestro trabajo es que aprueben, pero si podemos conseguir que también disfruten aprendiendo, mejor”. Así, las aulas en Eureka son una mesa y ocho sillas “y nosotros ocupamos una”. “No es una mentira publicitaria -advierte Guillermo- de verdad somos una familia”.
“El único camino es ese”, se responde a sí mismo Guillermo al pensar su conexión con los estudiantes. “No hay que poner barreras, nos preocupamos por ellos y sé que ellos también se preocupan por nosotros”.
A medida | Raúl, su primer alumno, es su mejor ejemplo de superación. “En el instituto le dijeron a sus padres que debían enviarle a diversificación. Cuando llegó aquí vimos que tenía aptitudes de sobra para llegar donde quisiera. Ahora está en la universidad, estudiando arte”.
“Una vez entran aquí son de otro rollo”, interviene Paco. “Sienten responsabilidad hacia nosotros”, matiza Guillermo. “Hemos tenido alumnos que han estado una semana sin venir porque les daba vergüenza decirnos que habían suspendido”, concluyen.
El milagro final | Con los exámenes finales a la vuelta de la esquina, en Eureka siempre notan más afluencia de estudiantes de cara a estas fechas. “Es cuando más niños hay, somos hasta un 40% más que la media del resto del curso”, asegura Paco. “Van pasando los meses y muchos chicos piensan `bah este curso me lo saco solo´, llega mayo y se dan cuenta de que no”, comenta Guillermo.
Con un 90% de aprobados en ESO, los estudiantes acuden a Eureka buscando “el milagro final” que les salve de unas vacaciones entre libros. Falta poco para que finalice el curso y Paco y Guillermo alertan de la última llamada para los más despistados. “Todavía hay tiempo de sacar un curso adelante”, advierte Paco.
Verano | “Las puertas de la sabiduría nunca están cerradas”, decía Benjamin Franklin y Eureka permanece abierto todo el verano. Aquellos que no han conseguido superar sus exámenes en junio vuelven a tener su oportunidad en septiembre y mejor ir bien preparados.Durante julio y agosto Eureka realiza un curso intensivo de todo el año, mañana y tarde.
Luego, “hay quien viene la última semana de agosto, -”¡incluso con la resaca en la cara de las fiestas!”, bromea Paco- pensando que en 10 días va a poder sacarse 5 asignaturas”, concluye Guillermo.
Ricardo | Jueves, 26 de Junio de 2014 a las 13:36:47 horas
¿Y no habéis pensado meter robótica educativa con LEGO por ejemplo? Está siendo un elemento motivador y potenciador como actividad extraexcolar increible, os recomiendo plantearos esta opción.
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