Escardar cebollinos
Sobre el reparto del poder en el Ayuntamiento de Parla.
Os voy a contar un cuento, a ver si así os lo creéis, porque
si digo que es verdad me mandáis a escardar cebollinos. Había una vez un
ayuntamiento formado por 27 ediles, repartidos de la siguiente manera: 11 eran
del partido A, con mayoría de votos y alcalde por tanto, 11 eran del partido B,
4 del partido C y 1 del partido D. De los 27 ediles, 22 estaban liberados para
dedicarse exclusivamente a solucionar los problemas del pueblo, mientras que
los 5 restantes compaginaban tan elevada misión con sus labores personales. De esos
22 liberados, 11 pertenecían al partido A, 4 pertenecían al partido B, 4
pertenecían al partido C y 1 al D. Algunos vecinos se preguntaban, “¿por qué B
y C tienen el mismo número de liberados si B tiene casi el triple de ediles
electos que C?”, y esos mismos vecinos se respondían, “pues porque C es afín a
A y así A gobierna como le sale D…, perdón, de…”. Un día, el Poderoso Putifar,
gobernante del reino, ordenó que solo podía haber 18 liberados y que debía ser
el alcalde quien decidiese quiénes serían los elegidos. El alcalde decidió,
entonces, lo siguiente: para demostrar que lo suyo era la austeridad, no iba a
liberar a 18 ediles, sino a 17 -“halaaa”, se admiraban los vecinos-, y los iba
a repartir de la siguiente manera: A, 11; C, 4; B, 1; D, 1 -“ohhh”, se
sorprendían los vecinos-. El motivo era que, en su opinión, los de B no
trabajaban tanto como los de C en su sagrada misión de solucionar los problemas
del pueblo -“ahhh”, los vecinos-. Y se quedó tan ancho con esa peculiar manera
de entender el ABCDario democrático, muy parecida a la chapuza legislativa del Poderoso
Putifar, amigo de B, para más escarnio -“jajaja” reían los vecinos, pero por no
llorar, pues muchos lamentaban la actitud de C en ese asunto, también en ese
asunto-. ¿Os lo creéis? Deberíais. Sí, la realidad supera a la ficción. Ponedle
siglas y llamadlo Parla.
Carlos Gutiérrez | Viernes, 11 de Abril de 2014 a las 17:19:39 horas
Sinceramente Javi, creo que no he presumido de nada, lo único que he hecho ha sido congratularme de una decisión quey me parece acertada. Estoy de acuerdo en que los sueldos sirvieron en su momento para que las clases populares pudiesen acceder a la política, y no estoy en contra de los sueldos por sistema. Otra cosa muy distinta es que, en la situación actual, pienso que es necesario que los políticos den ejemplo. Tus argumentos son ciertos pero hay que aplicarlos a la actualidad. Resulta evidente que el abuso en sueldos y cargos de confianza ha sido muy grande, y eso ha provocado un importante rechazo social. En este caso, hay un hecho objetivo: la renuncia a cobrar de los concejales del MIA ha supuesto un ahorro para las arcas municipales. Lo que me parece injusto es que escueza que se diga que el MIA ha renunciado a cobrar y que eso me parece bien. Allá cada partido con sus decisiones y con su imagen pública. Me hace gracia pensar en cual habría sido la respuesta de, por ejemplo, Antonio Fernández, si alguien le recriminase lo de “presumir”, tal vez su respuesta sería algo así como “Porque puedo”, y ya si pensamos en Penit estoy convencido que la respuesta tendría mucho que ver con cuestiones testiculares. Pero bueno, esos ya son tiempos pasados, al menos espero que conozcas a alguno de estos dos ex-alcaldes…
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