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Carlos Lapeña Morón

Escardar cebollinos

Martes, 08 de Abril de 2014 Tiempo de lectura:

Sobre el reparto del poder en el Ayuntamiento de Parla.

Os voy a contar un cuento, a ver si así os lo creéis, porque si digo que es verdad me mandáis a escardar cebollinos. Había una vez un ayuntamiento formado por 27 ediles, repartidos de la siguiente manera: 11 eran del partido A, con mayoría de votos y alcalde por tanto, 11 eran del partido B, 4 del partido C y 1 del partido D. De los 27 ediles, 22 estaban liberados para dedicarse exclusivamente a solucionar los problemas del pueblo, mientras que los 5 restantes compaginaban tan elevada misión con sus labores personales. De esos 22 liberados, 11 pertenecían al partido A, 4 pertenecían al partido B, 4 pertenecían al partido C y 1 al D. Algunos vecinos se preguntaban, “¿por qué B y C tienen el mismo número de liberados si B tiene casi el triple de ediles electos que C?”, y esos mismos vecinos se respondían, “pues porque C es afín a A y así A gobierna como le sale D…, perdón, de…”. Un día, el Poderoso Putifar, gobernante del reino, ordenó que solo podía haber 18 liberados y que debía ser el alcalde quien decidiese quiénes serían los elegidos. El alcalde decidió, entonces, lo siguiente: para demostrar que lo suyo era la austeridad, no iba a liberar a 18 ediles, sino a 17 -“halaaa”, se admiraban los vecinos-, y los iba a repartir de la siguiente manera: A, 11; C, 4; B, 1; D, 1 -“ohhh”, se sorprendían los vecinos-. El motivo era que, en su opinión, los de B no trabajaban tanto como los de C en su sagrada misión de solucionar los problemas del pueblo -“ahhh”, los vecinos-. Y se quedó tan ancho con esa peculiar manera de entender el ABCDario democrático, muy parecida a la chapuza legislativa del Poderoso Putifar, amigo de B, para más escarnio -“jajaja” reían los vecinos, pero por no llorar, pues muchos lamentaban la actitud de C en ese asunto, también en ese asunto-. ¿Os lo creéis? Deberíais. Sí, la realidad supera a la ficción. Ponedle siglas y llamadlo Parla.

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