Deshumanización e indiferencia
En el transcurso del pleno del
Ayuntamiento de San Martín de la
Vega, del día 26 de febrero, y tras el debate de una moción
sobre los desahucios, una de las vecinas asistentes al mismo interpeló al
equipo de gobierno del Partido Popular en los siguientes términos: ¿Ustedes
tienen todos casa, verdad?, a lo que la Alcaldesa Carmen
Guijorro contestó: “Y la pagamos”.
Pueden imaginarse lo que aconteció después, indignación de los asistentes, suspensión temporal y, posteriormente, definitiva del pleno, sin que en ningún momento mediase ningún tipo de solicitud de perd ón por dicha contestación, a pesar del requerimiento que los grupos de la oposición le realizaron a tal efecto.
Como asistente a dicho pleno y ante estos hechos, quiero realizar la siguiente
reflexión: ¿Puede haber mayor muestra de indiferencia y deshumanización en unos
cargos públicos?
El culmen de la deshumanización,
la ignorancia e irresponsabilidad, y finalmente, la indiferencia frente a las
situaciones de desigualdad social, corresponde a lo que las teorías
psicoanalíticas han venido definiendo como “el irracional crecimiento de la
tendencia a la segregación a partir de la supremacía del goce individual”.
En este caso del pleno, las palabras de la Alcaldesa hacia esta vecina, son clara demostración
de anteponer esa supremacía del goce individual (“Y la pagamos”) a la
responsabilidad con el otro. El sujeto (Alcaldesa) se coloca en una posición de
indiferencia frente al otro (vecina) porque el sentimiento de responsabilidad
ante la huma nidad del otro no la perturba, no hay reconocimiento, no del
semejante, sino de la responsabilidad que se tiene con él.
Ese no reconocimiento de la
responsabilidad con el vecino, con el ciudadano, lo que conlleva es reducirlo a
la condición de objeto (votante, contribuyente….), borrando de esta manera el
ideal colectivo, el interés general, y actuar bajo el egoísmo y la
deshumanización. Un cargo público que no acepta o no sabe como asumir la
responsabilidad por el otro, acaba por instalar lo inhumano en la existencia de
lo humano, lo mezquino se convierte en algo natural.
Y de esa deshumanización e
indiferencia hay que hacer partícipes igualmente al resto de concejales que
componen el equipo de gobierno del Partido Popular de San Martín de la Vega, que con su actitud sumisa
permitieron que “lo humano llegara a ser irrelevante para otro ser humano”.
Recordando el cuadro “El grito” de Edvard Munch, podemos observar como hay un
ser humano que se tapa las orejas y grita, reflejando su angustia personal y su
protesta contra las injusticias sociales. En el fondo, hay dos paseantes, dos
sombras, presas de sus propias convenciones y ataduras, son la imagen de la
indiferencia frente a otro semejante que sufre.
¿Pueden estos concejales y Alcaldesa practicar esta indiferencia para conservar unos ingresos económicos públicos que les permitan “pagar sus hipotecas”, mientras otros vecinos experimentan las terribles consecuencias del paro y el desahucio?
¿Los indiferentes son menos responsables que los perpetradores directos?
Ustedes tienen las respuestas.

















fernando | Martes, 04 de Marzo de 2014 a las 11:25:13 horas
La respuesta a tu pregunta Luis es : Si, pueden ser indiferentes ante tanto sufrimiento, segun ellos porque les legitima una mayoria absolutista pero lo realmente preocupante no es la deshumanizacion de los politicos y su indiferencia, al menos a mi me preocupa mas la deshumanizacion , indiferencia y falta de solidaridad de la mayoria de los vecinos, de nuestros vecinos y de la sociedad en general. Muchos, la mayoria, miran para otro lado.
Por suerte, cada vez mas personas ven lo que una minoria venimos denunciando. Por suerte muchos de ellos ya no nos consideran delincuente. Esperemos que mas pronto que tarde se unan a la denuncia publica de todas aquellas politicas y actuaciones que van en contra del pueblo que es el que manda. Ellos, los politicos, solo deberian obedecer. En ello segumos porque NO LES TENEMOS MIEDO
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