El mes pasado Arturo López, miembro de la Policía Local de Pinto, reivindicaba la implicación de su cuerpo en los casos de violencia de género que en estos momentos, en Pinto, son de dependencia exclusiva de la Guardia Civil. Nuria y Eduardo, los dos miembros del equipo de la Benemérita del municipio especializado en la lucha contra la violencia de género, respaldan la reivindicación de Arturo y explican algunas de las labores que realizan día a día para proteger a las víctimas.
Nuria y Eduardo son los dos miembros del equipo de la Guardia Civil que gestiona en Pinto los casos de violencia de género. Sus 14 y 21 años, respectivamente, dentro del cuerpo realizando distintas labores como la protección de personas y la investigación avalan su trabajo. “En estos momentos estaremos atendiendo cerca de 100 casos”, comenta Eduardo, quien en sus ochos años en Pinto estima que habrá trabajado con más de 600 víctimas.
Seguimiento diario | El trabajo de este equipo de la Guardia Civil comienza ofreciendo una primera atención a las víctimas, que no sólo acuden a interponer una denuncia sino también simplemente a mostrar sus dificultades. “Muchas veces no saben ponerle nombre a lo que sucede, así que lo que hacemos es escucharlas y dejar que verbalicen sus problemas”, comenta Nuria.
Una vez interpuesta la denuncia, los agentes asisten a las víctimas y en muchas ocasiones incluso les acompañan a los juzgados. Después empieza la parte más importante, la del seguimiento: “Consiste en valorar el nivel de riesgo en el que se encuentran las personas”, aclaran los guardias.
Para ello mantienen un contacto verbal periódico con las víctimas y se coordinan con el Área de la Mujer de Pinto, en el centro Rosario Acuña, y con el Área de Prevención de la Delincuencia. Y, por supuesto, establecen las medidas de protección oportunas en lugares potencialmente conflictivos como son el domicilio o el trabajo.
“Independientemente de que se otorgue o no la orden protección, siempre que una víctima interpone una denuncia por violencia de género nosotros, automáticamente, le hacemos un seguimiento hasta que tenemos la certeza de que no hay riesgo para esa persona”, asegura Eduardo.
Colaboración entre cuerpos de seguridad | La crisis también afecta a los medios con los que cuenta la Guardia Civil. En los últimos años el cuerpo ha visto reducido su número de efectivos dedicados a la protección de personas, por lo que toda ayuda es bien recibida. “Es evidente que la Policía Local debe involucrarse junto con la Guardia Civil en la lucha contra la violencia de género”, concuerdan Nuria y Eduardo.
El mes pasado, el policía local Arturo López Cuadros demandaba en una entrevista publicada en Zigzag la creación de una unidad de policía específica para la lucha contra la violencia de género. “No es nada sencillo porque requiere una serie de protocolos -considera Eduardo- y deben ser las corporaciones locales las que decidan asumir ese rol”. El Ayuntamiento de Pinto ya ha anunciado la puesta en marcha de esta unidad policial específica que podría empezar a trabajar en enero.
En cualquier caso, Nuria y Eduardo mantienen que sería “muy apropiada y productiva” la colaboración entre ambos cuerpos para hacer frente a los cerca de 4.000 servicios relativos a la violencia de género que se hacen al año en el municipio. “Estamos volcados en esta lucha. Hacemos todo lo posible y más”, concluyen los dos agentes de la Guardia Civil.















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